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Cómo aumentar la producción de cannabis en cultivos pequeños: guía práctica en 10 pasos

Descubre las claves para maximizar el rendimiento de tu cultivo de marihuana: planificación, genética adecuada, técnicas como el SOG, control ambiental, fertilización optimizada y otros consejos para lograr cosechas más abundantes sin ampliar el espacio.

A todos nos causa cierta angustia ver cómo nuestros botes de marihuana van llegando a su fin, sobre todo si la cosecha está todavía lejana o si no tenemos ningún cultivo en marcha. Si hemos decidido iniciarnos el mundo del autocultivo pero lo que producimos no nos llega para abastecernos, lo más lógico sería buscar la forma de producir más para no tener que recurrir al mercado negro. Aunque no existe una fórmula milagrosa para incrementar la producción hasta niveles desorbitados, sí que podemos seguir ciertos pasos para que el espacio disponible rinda más.

Tabla de contenidos

La planificación del cultivo

Cuando el espacio de cultivo es limitado, la planificación cobra una importancia vital. Aunque siempre es aconsejable organizar previamente las labores a realizar, si no tenemos posibilidad de cultivar tantas plantas como necesitamos, deberemos planificar a conciencia para obtener el máximo rendimiento. Como decía anteriormente, no existe una fórmula milagrosa para aumentar de forma desorbitada la producción, ya que las plantas tienen ciertas limitaciones. Es decir, no podemos pretender obtener varios kilos de marihuana de una sola planta o exageraciones similares porque no es nada habitual. Si necesitamos aumentar de forma drástica la producción que arroja nuestro cultivo, no nos quedará más remedio que aumentar la superficie del mismo o reducir su tiempo de duración para llevar a cabo más de uno. Aun así, hay ciertas consideraciones que debemos tener en cuenta si queremos que nuestras plantas sean lo más productivas posible. Pero antes de entrar en detalle y ver cuáles son estos pasos a seguir, explicaré de forma muy breve y resumida como optimizar nuestro sistema de cultivo para reducir tiempos. De este modo podemos llevar a cabo más de un cultivo, ya que si no disponemos de mucho espacio, ésta es la opción más viable.

Una buena alimentación durante la floración nos garantiza flores cargadas de resina
Una buena alimentación durante la floración nos garantiza flores cargadas de resina

Si cultivamos en interior, la mejor alternativa para acortar la duración del cultivo es tener una madre de la que podamos obtener esquejes antes de cosechar las plantas de la sala de floración. Así podremos acabar un cultivo e iniciar otro inmediatamente después. Sé que, a priori, puede parecer un sinsentido habilitar una sala de crecimiento cuando andamos justos de espacio, pero las madres pueden mantenerse con muy poco y al tamaño que queramos. Con un habitáculo de 1,2 m de altura aproximadamente y una lámpara de bajo consumo podemos mantener una planta en estado vegetativo. Sólo necesitamos un pequeño extractor y, a ser posible, un ventilador de tamaño reducido. De esta forma podemos hacer nuestros propios esquejes, ahorrando tiempo de crecimiento y con la posibilidad de realizar un cultivo tras otro.

A la hora de seleccionar nuestra madre, deberemos escogerla por unos rasgos muy concretos si queremos llevar a cabo todo el ciclo de cultivo lo más rápidamente posible y obtener la máxima producción. Estas características son su tiempo de floración, que debe ser muy corto; su capacidad productiva, que tiene que ser muy alta; su tolerancia a una EC elevada, que debe ser también muy alta para poder aumentar la dosis de fertilizante sin sufrir excesos; y la resistencia a las plagas o enfermedades de la zona o época en la que queramos llevar a cabo el cultivo. Las genéticas ideales son los híbridos de predominancia índica, ya que tienen un periodo de floración muy corto. Además, debido a su vigor híbrido, suelen ser tolerantes a una salinidad elevada, resistentes a plagas y enfermedades, y muy productivas. Si logramos seleccionar y conservar una planta de estas características, tendremos la posibilidad de realizar cultivos muy rápidos y fructíferos.

La modalidad de cultivo ideal para para obtener un buen rendimiento en muy poco tiempo es el sea of green. La técnica SOG pretende aprovechar al máximo el espacio, así como obtener una cosecha muy abundante en muy poco tiempo. En esta opción las plantas están en crecimiento durante diez o quince días, dependiendo de la variedad, a los que deberemos sumarle entre cuarenta y cinco y cincuenta y cinco días de floración (sólo si hemos escogido variedades realmente rápidas). El SOG es un método de cultivo en el que se emplean esquejes en lugar de semillas, ya que éstas pueden mostrar varios fenotipos que hagan variar la altura de las plantas o el tiempo de floración y la máxima de éste es la uniformidad.

Si no tenemos posibilidad de cultivar en interior, pero nos vemos en la necesidad de llevar a cabo más de una cosecha al año, podemos realizar otros cultivos fuera de temporada para obtener más producción. Los de primavera y otoño son excelentes opciones para este fin, ya que son las épocas en que más producen las plantas después del verano. No obstante, para poder hacer más de un cultivo de exterior al año, es necesario que la variedad escogida reúna las mismas características que para la técnica SOG anteriormente mencionada. Es decir, es imprescindible que sea rápida y productiva, así como resistente a plagas y enfermedades, y muy tolerante a una EC elevada. En este caso, es mejor partir desde semilla porque las plantas arrojan una mayor producción aunque inviertan unos días más en el crecimiento, no siendo esto tan importante en el cultivo al aire libre como en el de interior.

En internet hay cientos de textos que indican cómo llevar a cabo un SOG y cultivos fuera de temporada en exterior. También se ha hablado de ello en esta misma publicación, por lo que no entraré en detalles sobre cómo hacerlo, ya que tampoco era la finalidad de este artículo.

Añadiendo lámparas de bajo consumo reforzamos la iluminación

Prácticas para aumentar la producción

Una vez aclarado que no existe ningún remedio milagroso para aumentar la producción que arroja un cultivo de forma desmesurada, vamos a ver qué podemos hacer para aumentar el rendimiento de nuestras plantas.

El primer paso, tal como he explicado anteriormente, es la elección de una buena genética, siendo además, el más importante. La razón es muy sencilla: una planta podrá producir tanto como le permita su genotipo. Si escogemos una planta poco productiva o muy sensible al abonado, la realización de otras prácticas para incrementar nuestra cosecha no servirá de mucho.

En segundo lugar, si queremos que nuestro cultivo pueda producir lo máximo posible, tenemos que proporcionar una buena cantidad de luz sin que la temperatura se dispare. Los equipos de iluminación de sodio son económicos y funcionan bastante bien, ya que ofrecen una buena cantidad de luz con un espectro muy favorable para la floración. Sin embargo, si utilizamos un foco de 600 W de sodio para una estancia de un metro cuadrado, lo más posible es que la temperatura se eleve considerablemente, favoreciendo a posibles plagas y menguando la producción. Para evitarlo, podemos utilizar un reflector refrigerado que impida que el calor que emite el foco pase a la sala de cultivo. Otra opción es utilizar un foco principal de una potencia interior y añadir luces de bajo consumo como apoyo, ya sea iluminación LED o fluorescente, aprovechando así para combinar espectros.

Otro de los elementos clave para obtener un buen rendimiento es el sustrato. Debemos procurar que las raíces se encuentren en un entorno inmejorable, por lo utilizaremos uno que cuente con una buena capacidad de retención de agua sin comprometer la aireación. Si tenemos pensado cultivar sólo con abonos biológicos (lo cual no acabar de ser la mejor opción para un cultivo intensivo), podemos añadir microorganismos como micorrizas y bacterias promotoras del crecimiento vegetal. Este punto es uno de los más importantes, ya que si las raíces no pueden desarrollarse libremente, las plantas no crecerán ni producirán su máximo posible.

Durante la etapa de crecimiento deberemos asegurarnos de que las plantas se desarrollan favorablemente. Muchos cultivadores prestan gran atención a la floración, obviando prácticamente fase vegetativa. No obstante, el estado de la planta durante esta etapa será determinante para una buena floración, por lo que debemos cuidar con el mismo empeño a nuestro cultivo durante todo el ciclo vital de las plantas.

La calidad del agua también será determinante para aumentar la cosecha. Para cultivos intensivos es necesario utilizar agua osmotizada con una EC que esté alrededor de los 0,4 mS. Además, deberemos regular el pH en cada fertilización para que las plantas puedan absorber fácilmente los nutrientes aportados. Utilizar agua de calidad es la única forma de proporcionar una alimentación adecuada, ya que de nada nos servirá emplear los mejores fertilizantes si el agua de riego no es buena.

En cuanto al abonado, para obtener una buena producción y que las flores tengan unas buenas  cualidades organolépticas, lo más recomendable es utilizar abono mineral combinado con un refuerzo orgánico. Aunque puede resultar algo chocante en principio, si nos fijamos detenidamente, podremos ver que muchas gamas de fertilizante que se comercializan como órgano-minerales proponen esta forma de abonado para nuestros cultivos. Estas gamas suelen contar con una base NPK de síntesis química o mineral y con estimuladores de raíces, crecimiento y floración de origen orgánico. Otra opción es emplear fertilizante mineral combinando con estimuladores biológicos (los hay que se pueden mezclar con cualquier marca) y con guano de murciélago. Durante la prefloración y primera fase de la floración deberemos añadir de forma imprescindible estimulante de floración, además de los fertilizantes necesarios. Ya en la fase avanzada, añadiremos un aporte extra de PK. Además, también será necesario agregar azúcares mediante la aplicación de algún potenciador del sabor. Es fundamental fertilizar correctamente para que las plantas produzcan el máximo de su capacidad. Si hemos escogido una planta muy tolerante a una EC elevada, podremos permitirnos aumentar ligeramente las dosis de fertilizante sin que las plantas sufran excesos, logrando así una mayor producción. También deberemos añadir los productos mencionados (estimulador de floración, PK y potenciador del sabor rico en azúcares), ya que son básicos para aumentar el rendimiento.

Por último, si tenemos la posibilidad de añadir un generador de CO2 acabaremos de completar todo lo necesario para poder obtener una mayor producción floral de cogollos prietos y voluminosos. No obstante, para que el CO2 surta el efecto deseado hay que seguir ciertas pautas, conectando el generador durante la fase de diurna y restringiendo la extracción a un cuarto de hora cada hora cuando éste esté conectado. También hay que elevar ligeramente la temperatura hasta los 24-26 ºC, impidiendo que suba por encima de los 29-30 ºC porque el enriquecimiento con CO2 disminuirá considerablemente su efecto.

Además de todo lo aquí expuesto, para que nuestro cultivo rinda el máximo posible debemos procurar mantener unos parámetros ambientales adecuados, una higiene correcta y, en definitiva, el resto de consideraciones aplicables a cualquier cultivo.

Un aporte extra de PK y azúcares engordará y endurecerá los cogollos

Resumen: 10 pasos para aumentar la producción de cannabis

Al principio, llevar a cabo las tareas aquí descritas puede hacerse un poco pesado, pero si necesitamos aumentar la producción, deberemos hacerlo. A continuación, te resumo las prácticas explicadas en diez sencillos pasos, de forma que puedas consultarlos fácilmente si lo necesitas.

  1. Escoge una buena genética que sea rápida y productiva, resistente a plagas y enfermedades y tolerante a una EC elevada.
  2. Aumenta la cantidad de luz y combina varios espectros si es posible.
  3. Elige un sustrato aireado y con una buena capacidad de retención de agua.
  4. Cuida el crecimiento tanto como la floración.
  5. Regula el pH y controla la EC del agua.
  6. Utiliza estimulador de floración durante las fases de prefloración y en las primeras semanas de floración.
  7. Utiliza algún aditivo rico en PK durante la fase avanzada de la floración.
  8. En esta misma etapa, añade algún potenciador del sabor rico en azúcares.
  9. Aporta CO2 extra a tu cultivo.
  10. Cuida la higiene y los parámetros ambientales para que las plantas no sé estresen.

Espero que te haya gustado el artículo y que te sea de utilidad si necesitas aumentar el rendimiento de tu cultivo. ¡Muy buenos humos y hasta el siguiente número!


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