El consumo de cannabis mejoró el dolor y el movimiento en 20 pacientes con enfermedad de Parkinson en un estudio clínico abierto realizado por científicos del Centro Médico Rabin en Petah Tikva y la Facultad de Medicina Sackler de la Universidad de Tel Aviv, Israel. Se evaluaron los síntomas antes y 30 minutos después de la inhalación de cannabis, y tras su uso a largo plazo. La función motora se evaluó con la Escala Unificada para la Enfermedad de Parkinson (UPDRS) y el dolor con el Índice de Clasificación del Dolor (PRI) y con una escala analógica visual (VAS).
Hubo una mejoría significativa desde el inicio hasta 30 minutos después del consumo de cannabis en las puntuaciones medias motoras (38’1 a 30’4), y en el dolor según la PRI (27 a 9’7) y la VAS (6’4 a 3’6). Los autores llegan a la conclusión de que el cannabis «mejoró las puntuaciones motoras y los síntomas de dolor en pacientes con EP». Afirman que «las vías periféricas y centrales son probablemente moduladas por el cannabis».