El Cultivador 1

28 Cultivo Avanzado zona que especifique los mi- nerales que absorbe cada una. Pero como esto es difícil, aun- que no imposible, mi consejo es ceñirse a determinadas plantas que todos tenemos para cada fase de la vida de nuestras niñas. Para el vege- tativo aconsejaría las ya men- cionadas y, cómo no, una buena dosis de cola de caba- llo, que merece un estudio aparte. Para la floración, todas aquellas que se especialicen en la absorción de fósforo y potasio. A saber: borraja, he- lecho, camomila, consuelda, diente de león, ortiga y perejil entre muchas más que desco- nozco, son altamente especia- lizadas en la extracción de potasio (K). Los helechos, tré- boles, dientes de león y cásca- ras de plátano están repletas de fósforo (P). Sabiendo qué plantas tienen los principales nutrientes, ni- trógeno, fósforo y potasio, lo demás es cuestión de hacer preparados para abonar y se- guro que acertaremos. Las plantas que os mostramos en este reportaje han sido abo- nadas con te de malas hier- bas. Se han utilizado no todas las que mencionamos (¡ojalá!) pero al menos las principales. Concretamente se usaron tes de diente de león, ortigas, perejil y cásca- ras de plátano. Y en un par de ocasiones se utilizó te de cola de caballo y alguna otra planta de mi zona cuyo nom- bre desconozco desafortuna- damente. Cómo hacer el té de malas hierbas Personalmente prefiero usar un recipiente de entre 50 y 100 litros de capacidad. Un barril de plástico vale. Lo más barato que encontréis en los chinos es ideal. Eso sí, procu- rad no utilizar recipientes de metal y, sobre todo, JAMÁS de cobre. El cobre, y muchos metales, tienen propiedades antibacterianas que acabarían con los beneficiosos microor- ganismos que cada hoja, cada raíz, tiene dentro de si misma. Es una lástima matarlos. No sólo nos vamos a aprovechar de los nutrientes sino tam- bién de los maravillosos seres diminutos que son la magia de la vida. Cosecho las malas hierbas y, tal cual, lleno entre la mitad y tres cuartas partes del reci- piente. Las voy poniendo unas encimas de otras y cuando llego hasta la mitad del recipiente o quizás algo más, paro. Luego lleno con agua hasta llenar el reci- piente. A continuación, re- muevo todo a conciencia con un buen palo de madera (no de metal). Personalmente, y siguiendo la tradición de los Vedas y su cultivo biodiná- mico, muevo doce veces en un sentido y doce veces en el contrario. Según los vedas lo recomendable es hacerlo tres veces al día. No pensemos en esto como en una cuestión de absurda brujería y creencias antiguas. La razón de dinami- zar el té mediante la agitación supone invitar al oxígeno a colonizar el medio acuoso. De esta manera comienzan a prosperar las bacterias aeró- bicas (que se dan si hay oxí- geno) que nos interesan. Es un milagro. Si lo hacemos durante tres veces al día, más o menos, en 10 días tenemos un producto de un valor nu- tritivo excepcional. Mi expe- riencia personal es que consigo un concentrado que, mezclado con tres partes de agua, me da una EC de 1.00 milisiemens. Esto es porque lo dejo tan sólo 10 días. Si lo dejas 3 semanas es mucho más concentrado. Pero creo que en diez días las cosas van muy bien. Por supuesto, el producto, el té, debe conser- varse con alguna tapa, nunca cerrada herméticamente, que impida a los rayos UV del sol penetrar y matar bacterias. Pero, al mismo tiempo, debe permitir la circulación del aire. Estamos haciendo un producto de fabricación AE- RÓBICA, que precisa de la presencia del oxígeno para prosperar correctamente. Pero un simple barril, o ba- rreño de los chinos, es más que de sobra para hacer la prueba. Con toda seguridad, cuando hayáis comprobado cómo de fácil es, lo utilizaréis con frecuencia y usando reci- pientes más grandes. Ya que Utilicémoslas para nuestros cultivos de cannabis o de cualquier otra cosa. La avena loca que crece por todas partes y es una de las mejores para la obtención de nitrógeno

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