El Cultivador 1

53 Cáñamo Industrial del barco de vapor desapare- cieron las velas de cáñamo. Hasta el siglo XIX las telas eran preferentemente de lino o cáñamo, e incluso mezcla de ambos. En el siglo XIX apare- cen las telas de algodón, yute y otras con fibras sintéticas. El 1840 investigadores ale- manes desarrollaron un pro- ceso de obtención de celulosa de los árboles. La tecnología alemana ofrecía una fórmula barata de convertir la celulosa cruda de un suministro apa- rentemente interminable como eran los árboles en papel. Este nuevo método se estableció rá- pidamente en la zona nororien- tal de los EE.UU . donde existía una abundancia de árboles. Este papel era mucho más ba- rato que el de cáñamo. Esto a la larga sería perjudicial para el medio ambiente ya que hoy en- tendemos que la masa forestal no es algo ilimitado. A media- dos del siglo XIX la defensa y conservación del medio am- biente no existía y se poten- ciaba aquello que fuera más barato económicamente aun- que perjudicara la flora y fauna de los bosques. La industria química, sus- tentada en los derivados del petróleo, introdujo nuevas fi- bras sintéticas que acentuaron aun más su caída. Turbios in- tereses económicos, de la mano de magnates europeos y norteamericanos, promovie- ron una cruzada moral para erradicar el cultivo de cáñamo de todos los países donde sus tentáculos alcanzaban. Así pues, desde 1911, sucesi- vas e infundadas leyes anti- droga en los EEUU, de corte racista, promovieron la perse- cución del consumo de canna- bis. Hasta 1920 tres estados de los EE.UU . habían prohi- bido el cannabis sin haber re- alizado ningún estudio científico serio. Pero la puntilla final ocurrió después de la segunda guerra mundial, con la necesidad de reactivar distintas industrias, en especial la farmacoquí- mica, donde se desarrollaron una cantidad de materias pri- mas. No tan casualmente, fue el consorcio químico DuPont, quien en los Estados Unidos, subvencionó la prohibición de la marihuana, cerrando así una puerta a una industria autosustentable. Pero a finales del siglo XX, se empieza a reactivar tímida- mente la industria del cáñamo, los avances tecnológicos y la voluntad de muchos investiga- dores, hacen que se desarrollen a partir de la planta del canna- bis numerosas aplicaciones, tanto en el sector industrial

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