El Cultivador

L amentablemente, esta estructura social no nos hace más felices, por el contrario, segúnmuestra un informe de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica 1 , una de cada cuatro personas experimenta un trastorno mental común y entre el 0,5 y el 1 % un trastorno mental grave, siendo casi dos millones de personas las que sufren ansiedad. Las mujeres declaran ser las más afectadas por este tipo de enfer- medades: en 2014, si el 6,7 % de hom- bres encuestados declaraba haber pade- cido un trastorno mental y haber acu- dido al médico, en el caso de lasmujeres la cifra asciende al 14,4 %. El aumento de la medicalización de nuestras vidas, traducido en un aumento del consumo de psicofárma- cos, tampoco ha ayudado a mejorar nuestro estado de ánimo. Según cifras de la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OEDC) 2 , el consumo de analgésicos se ha dupli- cado entre 2006 y 2016. Además, España ocupa el tercer puesto en con- sumo de ansiolíticos de todos los países de los que se tienen datos, siendo nues- tro consumo un 78 % superior a la media europea. También nuestro con- sumo de medicamentos hipnóticos y sedantes, y el de antidepresivos, supe- ran claramente a la media europea, situándose por encima en un 37 y un 20 % respectivamente 3 . Estos hechos, entre otros, han afec- tado, sin duda, a la salud sexual de nuestra población. Resulta obvio que la depresión, la ansiedad y otros pro- blemas de saludmental no contribuyen a tener una sexualidad satisfactoria. Si a ello le sumamos los efectos secun- darios de los fármacos analgésicos y de los antidepresivos que tomamos para superar estos trastornos, entre los que se encuentran la disminución de la libido, la disfunción eréctil y pro- blemas para llegar al orgasmo, las posi- bilidades de gozar de orgasmos fre- cuentes se reducen a sumínima expre- sión. Un factor clave que completa el aná- lisis de este panorama es la inexistencia en España de una educación sexual de calidad. Si en la época de la República España fue pionera en este campo, convocando Fernando de los Ríos las Primeras Jor- nadas de Pedagogía Sexual, en el Madrid de 1929; hoy en día la asignatura de educación sexual ha des- aparecido de las aulas españolas, habiendo sido borrada del currículo aca- démico en la última reforma legislativa. Al igual que ocurre con las drogas, las consecuen- cias de no abordar el tema en las aulas son que la información sexual de nuestros jóvenes procede principalmente de fuentes informales: (madre, padre, familiares, amigos, inter- net, televisión, revistas… ), con la carga de miedo, tabúes y presión social que ello conlleva. Este tipo de información, además, suele reproducir estereotipos machistas y modelos vio- lentos de relaciones que dejan fuera del cuadro prácticas de cuidado mutuo y opciones diferentes a lamono- gamia heterosexual. Algomuy diferente al modelo de educación sexual pro- puesto por la UNESCO, según el cual la “sexualidad” debería entenderse como una dimensión central del ser humano que incluye: el conocimiento del cuerpo humano y nuestra relación con este, lazos afectivos y amor, sexo, género, identidad de género, orienta- ción sexual, intimidad sexual, placer y reproducción. Plantas para mejorar la sexualidad Con este panorama no resulta extraño que necesitemos algún tipo de aliciente a la hora de practicar la sexualidad, 44 sexualidad España ocupa el tercer puesto en consumo de ansiolíticos Fuente: Simó, J. Salud, dinero y atención primaria . Recurso online: https://goo.gl/odmUJ7 Una de cada cuatro personas sufre un trastorno mental común, siendo las mujeres las más afectadas

RkJQdWJsaXNoZXIy NTU4MzA1