El Cultivador

musical, que entendían como la causa de la narcocultura. Ramírez Pimienta lo sintetiza perfec- tamente al contar que “presentadas como causas y no como consecuencias de un fenómeno, estas canciones son percibidas por el Estado mexicano como otro frente en su lucha contra el narcotráfico. Por tanto no resulta sor- prendente que surjan esfuerzos lo mismo a nivel federal como estatal y municipal para coartar su producción y diseminación. Estas iniciativas ofi- cialistas no sólo incluyen su prohibición en radiodifusoras o transportes públicos sino también lo que a todas vistas es una campaña de intimidación para los grupos e intérpretes del género que ofrecen presentaciones personales” 10 . De hecho, muchos grupos han referido repetidamente sus quejas ante la cen- sura y persecución que afirmaban sufrir por parte de las autoridades. Es el caso, por ejemplo, de Los Tigres del Norte, que no dudaron en denunciar pública- mente que su trabajo, titulado La Granja , no había sido difundido por muchas radios, precisamente porque habían cedido a las presiones del gobierno federal, e incluso llegaron a negarse a actuar en unos premios cuando les solicitaron no tocar dicha pieza 11 . Asimismo, otros grupos, como los Tucanes de Tijuana, se han visto en el centro de la polémica, primero cuando el secretario de seguridad de Tijuana pidió que fueran investigados porque se les presuponía vinculación con el cartel; y, pocos días después, cuando el municipio de Tijuana les prohibió actuar en un concierto 12 por una “demo” ( El más bravo de los bravos ) subida a Youtube, que había indignado a la sociedad (cuestionaban el trato heroico dado al protagonista de la canción). También hay algún ejemplo llamativo, como es el caso de Ramón Ayala, Los Cadetes de Linares y Grupo Torrente, todas bandas que fueron detenidas en 2009, en conjunto en una “narco posada” de Morelos. Las fuerzas de seguridad organizaron la operación en la que esperaban hallar también a importantes integrantes del cartel de los hermanos Beltrán Leyva, cosa en la que fracasaron. Sí pudieron, por el contrario, capturar a los grupos musi- cales y acusarlos de delincuencia organizada y lavado de dinero. El líder buscado en la narco fiesta de Morelos, sería hallado por la armada días después en Cuernavaca. Nosotros, sin ánimo de tomar partido, no podemos despedir esta visita sin recoger la interesante reflexión de Ramírez Pimienta: “¿Es un delito can- tarle al narco? ¿Es un delito interpretar narcocorridos? Se podría argüir que es de mal gusto, inmoral, poco ético, arriesgado y en algunos casos quizá hasta suicida...pero de eso a ser un delito hay un buen trecho. Por todo lo anterior, considero quemás que vetarlos o estigmatizarlos es conveniente refle- xionar sobre ellos, estudiar cómo han sido recibidos a través de los años, cómo han evolucionado, cómo han sido mediatizados y re significados por el público que los consume” 13 . Referencias 1. Arias, L., Fernández Velásquez, J. (2009). “El narcocorrido en México”. Cultura y droga , 14(16), 207-32. 2. Arias, “El narcocorrido en México”. 3. Arias, “El narcocorrido en México”. 4. Ramírez-Pimienta, J. C. (2010). “En torno al primer narcocorrido: arqueología del cancionero de las drogas”, A Contra- corriente: una revista de estudios latinoamericanos , 7 (3), 82-99. 5. Chávez Martínez, J. J. (2019). “La romantización del narcocorrido en México”. ComHumanitas: revista cien- tífica de comunicación, 10 (3), 43-53. 6. Arias, “El narcocorrido en México”. 7. Para más información: bit.ly/3ezAEXf. 8. Mondaca Cota, A. (2012). Narcoco- rridos, ciudad y vida cotidiana: espacios de expresión de la narcocultura en Culia- cán, Sinaloa , México. 9. Chávez Martínez, J. J. (2019). “La romantización del narcocorrido en México”. ComHumanitas: revista cien- tífica de comunicación, 10 (3), 43-53. 10. Ramírez-Pimienta, J. C. (2010). “En torno al primer narcocorrido: arqueología del cancionero de las drogas,” A Contra- corriente: una revista de estudios latinoamericanos, 7 (3), 82-99. 11. Para más información: bit.ly/3eyZ2sa. 12. Para más información: bbc.in/33yhMlb. 13. Ramírez-Pimienta, J. C. (2010). “En torno al primer narcocorrido: arqueología del cancionero de las drogas”, A Contra- corriente: una revista de estudios latinoamericanos, 7 (3), 82-99. La mala fama no le viene al narcocorrido de la nada, pues sus vínculos con el narcotráfico han sido, en múltiples ocasiones, demostrados INSERTA AQUÍ TU PUBLICIDAD 91 658 45 20 Se elaboran canciones de narcocorrido para exaltar la persona del traficante 71 pensamiento psiquedélico Los inquietos del norte (Drümmkopf, CC BY- SA 2.0, Flickr)

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