El Cultivador 66

dispares y distantes en América del Sur sugiere que las plantas alucinógenas cruzaron distancias significativas y que un intrincado conocimiento botánico era intrínseco a las prácticas rituales precolombinas”3. • 1492. A la llegada de Colón a América comienzan a producirse los primeros relatos sobre el rapé, polvo aspirado por los taínos conformado por tabaco al que se añaden otras plantas, algunas con DMT según investigaciones posteriores, y que denominan cohoba. Destaca, en este sentido, la aportación realizada por Fray Ramón Pané, un eclesiástico enviado por el rey a América con el propósito de estudiar las plantas medicinales. Él recogía, poco tiempo después de la llegada de Colón al continente, la siguiente información: “Cuando alguno está enfermo, le llevan el buhuitihu, que es el médico […] Es preciso que el médico se purgue también como el enfermo, y para purgarse toma cierto polvo llamado ‘cohoba’, aspirándolo por la nariz, el cual les embriaga de tal modo que luego no saben qué hacer y así dicenmuchas cosas fuera de juicio, afirmando que hablan con los cemíes, y que estos les han dicho de dónde provino la enfermedad”4. • Desde la década de 1930. Creciente consumo occidentalizado por parte de nuevos sincretismos religiosos originados en Brasil (União do Vegetal, Santo Daime, A Barquiña…) y presentes en múltiples países (España cuenta actualmente con más de 50.000 fieles o seguidores). • 1931. El químico alemán y canadiense Richard Helmuth Fredrick Manske sintetiza la DMT a partir del triptófano, pero aún, como afirma Jonathan Ott en su Pharmacotheon, no es considerada de interés farmacológico. Es denominada entonces “nigerina”. • 1946. Un grupo de investigadores, liderado por el microbiólogo 38 pensamiento psiquedélico La presencia de múltiples plantas que provienen de áreas ecológicas dispares y distantes en América del Sur sugiere que las plantas alucinógenas cruzaron distancias significativas Banisteriopsis caapi (CostaPPPR, CC BY- SA 3.0, Wikipedia)

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