El Cultivador

62 OECCC y terapéutico en España cada vez está más cerca. Ahora que llega el momento, ¿cómo lo vamos a hacer? ¿Y si cogemos lo más positivo de cada modelo y hacemos la regulación más completa del mundo en cannabis medicinal y terapéutico? En el preámbulo del propio texto de la ley se recoge que: “El presente borrador de ley se elabora como consecuencia de la falta de una regulación completa y actualizada en nuestro ordenamiento jurídico, donde permanece una normativa obsoleta y preconstitucional, sobre una realidad social como es el uso del cannabis y sus derivados”. La sociedad española, y la de muchos otros países de nuestro entorno que cuentan con una cultura democrática de respeto a los derechos humanos fundamentales más básicos, ya ha manifestado su voluntad de regular una realidad social normalizada y aceptada, como la relativa al uso del cannabis por parte de ciudadanos y ciudadanas con determinadas enfermedades o dolencias. En relación a la propuesta de la Fundación Daya, se comenta que: “Uno de los precedentes que conduce a la Fundación Daya a concretar esta propuesta, en la que se reconoce el autocultivo como opción para proveerse de cannabis, tiene que ver con una reforma llevada a cabo en 2015. La reforma de 2015 reguló la utilización del cannabis, pero no normativizó la opción del autocultivo, que estaba tan desprotegida o incluso más que anteriormente. La gente no compró estos medicamentos con principio de THC, mejor dicho, la mayoría de la gente no los podía comprar”. La Fundación Daya tiene como objeto la investigación y promoción de terapias alternativas para aliviar el sufrimiento humano, luchan para garantizar el acceso y uso responsable del cannabis medicinal en Chile: “resguardar la vía del cultivo personal, porque democratiza el acceso a la salud”. El proyecto busca otorgar a la receta médica el carácter de autorización para poder cultivar y proteger el cannabis. Esto mismo supondría una autorización suficiente para poder no solo cultivar al cannabis terapéutico, sino también para protegerlo. Según indica el proyecto de la fundación, se deberá especificar la dosis necesaria, el tiempo de la duración del tratamiento, así como la enfermedad susceptible de ser tratada con cannabis. De este modo, siguiendo los objetivos que propone la Fundación Daya, los pacientes que no cuenten con losmedios para comprar el producto estandarizado podrán cultivarlo Los pacientes que no cuenten con los medios para comprar el producto estandarizado podrán cultivarlo para preparar su medicina de forma efectiva y segura

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