El Cultivador

55 activismo Estado y de Gobierno, que una vez dejan el cargo reconocen lo absurdo de la guerra contra las drogas. Como ejemplo pondremos los integrantes de la Global Commission on Drug Policy. Un PSOE que, pese a atendernos amablemente en alguna ocasión durante esta legislatura, está lejos de escuchar con empatía nuestras propuestas, que hace ojitos a los movimientos sociales en período electoral, pero dista de escucharlos y reconocer sus derechos cuando está en el Gobierno: para muestra la ley mordaza. Aun así, como ya hemos recordado en alguno de nuestros recientes artículos, en el 39.º congreso del PSOE se reconoció la necesidad de estudiar el fenómeno de los CSC, a fin de encontrar un marco regulatorio para estas entidades. Promesa que no cumplió y que se negó a incluir en el 40.º congreso, pese a las peticiones de los movimientos sociales cannábicos. Durante esta legislatura, las asociaciones, los grow shops y las casas de semillas han sido objeto de una supuesta ordenación y control señalada por la estrategia contra la marihuana del Ministerio del Interior, pero no hay protocolos ni normas claras de actuación, ni estas entidades o empresas han sido avisadas con anterioridad, Pero el PSOE no se queda corto, el inmovilismo ha sido uno de sus puntos fuertes en las últimas décadas

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