El Cultivador

50 OECCC con THC, CBG y THCA frente a un tratamiento solo con THC. También un experimento reciente en ratones con convulsiones inducidas utilizó cinco extractos de cannabis diferentes con concentraciones iguales de CBD. Aunque todos los extractos mostraron beneficios en comparación con los controles no tratados, se observaron diferencias destacadas en los perfiles de composición de cannabinoides (Koltai y Namdar, 2020; Russo, 2019). La planta lo hace mejor. Si antaño la Cannabis sativaL. fue desvalorizada y destituida de las farmacopeas por preparaciones no estandarizadas o no caracterizadas (y por lo tanto efectos terapéuticos poco predecibles), es importante tener en cuenta las crecientes evidencias sobre el efecto entourage, para redirigir entonces las investigaciones con el objetivo de caracterizar los extractos completos de cannabis y así lograr entender y extrapolar perfiles de cada variedad a sus posibles aplicaciones medicinales. Hace pocos años que se retomó el estudio sobre los extractos completos (que incluirían otros compuestos además de los cannabinoides) observando que estos tenían una actividad terapéutica superior y menos efectos adversos. No obstante, como se ha comentado en otras entregas de esta misma sección, el régimen jurídico que fiscaliza el cannabis en la actualidad no se corresponde con una normativa clara y taxativa basada en las nuevas evidencias científicas y la realidad del autocultivo, del cultivo compartido, de su uso o de su consumo. Lo cual, unido a la mercantilización de la misma sustancia (y la planta en su totalidad), hace que se generen ambigüedades, inseguridad, represión, estigmatización y además de estas otras externalidades negativas que se manifiestan en la forma de corrupción y de violencia y con ella exclusión económica y social. Numerosos testimonios recogen el momento en el que la molécula del THC fue incluida en el listado de fiscalización más restrictivo de la convención única sobre estupefacientes de 1961, junto con la convención sobre sustancias psicotrópicas de 1971 y la convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988. Numerosas investigaciones científicas en Estados Unidos que experimentaban con THC quedaron interrumpidas y sin financiación (no así aquellas investigaciones realizadas por el Gobierno con fines militares “para la utilización de la molécula como agente incapacitante”). Esto explica, en relación con lo expuesto al comienzo del artículo, que las primeras investigaciones científicas con cannabis realizas por el profesor Raphael Mechoulam fueran con concentrado de resina de hachís originario de Libia y conseguido de manera fraudulenta sin la autorización del Ministerio de Salud del país. Por su parte, el Observatorio Europeo del Consumo y Cultivo de Cannabis (OECCC), el 4 de febrero de 2020 expuso en su informe “Jornada en apoyo a la regulación mexicana”: “En México y España los problemas son similares. En ambos países, la trazabilidad de la semilla se emplea como excusa para otorgar el monopolio a las empresas multinacionales de la industria del cannabis recreativo y a las farmacéuticas, y se crea una innecesaria dependencia del extranjero. Mientras tanto, las personas siguen sufriendo penas de prisión, incautaciones, multas y represión, a la vez que se pretende limitar al máximo el autocultivo o los clubs sociales de cannabis. Con respecto al autocultivo, la exigencia de registro aumenta la burocracia y es una forma de señalar, censar y controlar a los usuarios, que podrían verse en peligro en caso de caer tales datos en manos de un futuro gobierno represivo. Sobre la trazabilidad de la semilla como sistema para imponer intereses de la industria farmacéutica y multinacionales del cannabis recreativo, las variedades sativas mexicanas son conocidas mundialmente por sus aportes a la genética del cannabis. El caso más conocido es el de la Acapulco Gold, empleada en la crianza de Skunk, y se puede encontrar su rastro en gran cantidad de las semillas con esa ‘trazabilidad’. ¿Qué trazabilidad es esa que no reconoce el papel de las comunidades agrícolas de Acapulco, Oaxaca, Guerrero, Jalisco o Michoacán? Es un grave error seguir condenando a estas poblaciones a la marginalidad y excluirlas de la regulación para favorecer a multinacionales y farmacéuticas, que emplean variedades donde aún queda rastro de la diversidad genética que los agricultores mexicanos aportaron al mundo. Ahora, en el momento de la regulación, no se puede dejar a estas comunidades agrícolas aparte, porque lo primero son las personas, su dignidad y la justicia social. Porque las empresas que se quieren apropiar de esta regulación no arriesgaron nada por ella. La actual regulación se consigue sobre el dolor y las vidas de muchas personas. Criar y preservar estas variedades se ha pagado con la cárcel, la marginación e, incluso, en muchas ocasiones, con el precio de su propia vida. Trazabilidad en muchos casos es un mero papel con unas firmas pagadas a precio de oro. Todo un despropósito que evidencia, primero, la falta de control y regulación, y, segundo, la falta de transparencia y el oscurantismo con el que se tramitan estas trazabilidades tan discutibles. El enlace para ver el congreso se puede encontrar en: bit.ly/3QfzX6u. Más información: encuestacannabis.com Bibliografía • Bouso, J. C. y Oña, G. (2020) “Interacciones entre compuestos del cannabis: más allá del ‘efecto séquito’”, Fundación ICEERS. • Hanuš, L. O., Meyer, S. M., Muñoz, E., Taglialatela-Scafati, O., y Appendino, G. (2016) “Phytocannabinoids: a unified critical inventory. Natural product reports”, 33(12), pp. 1357-1392. • Mechoulam, R. (1970) “Marihuana chemistry”, Science, 168, pp. 1159-1166. • Mechoulam, R. (1986) The pharmacohistory of cannabis sativa: Cannabinoids as Therapeutic Agents. • Observatorio Europeo del Consumo y Cultivo de Cannabis (2020) “Informe de la jornada en apoyo a la regulación mexicana: regulación por la paz”, Cannabis Research Institute. • Silva, F. (2022) “¿Flor cruda o cannabinoides aislados?: ventajas e inconvenientes”, Comunicación en el “II Congreso Científico Internacional Cannabis sativa L.” en la Universidad Autónoma de Barcelona, España. A todas las personas que han mantenido el milenario uso terapéutico y medicinal del cannabis. A todo el personal sanitario que respeta el juramento hipocrático y mantienen la salud y la vida del enfermo como su principal preocupación. A todas las personas que en un esfuerzo anónimo nos han traído hasta aquí. En el camino empleamos décadas. Ya estamos cerca. Las personas siguen sufriendo penas de prisión, incautaciones, multas y represión, a la vez que se pretende limitar al máximo el autocultivo o los clubs sociales de cannabis IgorVetushko (depositphotos)

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