El Cultivador 8

68 cultura cannábica como desde 1969 hasta la ac- tualidad, distintas encuestas realizadas por las cadenas de televisión mostraban que ha habido un cambio de menta- lidad en la sociedad, y que son cada vez más los ciudadanos que consideran que la norma- lización del cannabis debería de ser ya un hecho. Lo que Mauricio Garzón quería que nos quedase claro de aquella clase, era que en los EEUU se estaba y se está produciendo un gran cambio nacional en cuanto a las leyes que rigen el uso del cannabis tanto de forma recreacional como de forma medicinal. Este cambio, como nos decía, había comenzado en 1996 gracias a la “Proposition 215” (Proposición 215) del estado de California, que introducía el sistema de recomendacio- nes a través de un doctor, para usar cannabis de forma terapéutica, y ya no hay mar- cha atrás. El cambio es impa- rable y los estados de Colorado y Washington son solo una pequeña muestra de lo que está por llegar. Desgraciadamente, a pesar de todos estos esfuerzos, nos comentaba que en los últimos veinticinco años, el porcen- taje de ciudadanos encarcela- dos había crecido un 400% debido en su mayor parte a la privatización de las cárceles y la urgencia de los dueños de éstas por llenarlas de supues- tos criminales. Supuestos, porque algunos de ellos, en ciertos estados, son encarce- lados injustamente por pose- sión de cantidades tan ridículas como un simple ci- garrillo de cannabis. Nos hacía entender por tanto, que las leyes que prohí- ben el cannabis son más dañi- nas que la propia planta en sí misma. Por compararlo con las dos drogas de abuso más comunes, nos contaba que en EEUU mueren al año alrede- dor de cuatrocientas treinta mil personas por causas atri- buidas al tabaco, y entre ochenta y cien mil personas por causas relacionadas con el alcohol, sin embargo, no se conocen ni atribuyen muertes por consumo de cannabis en toda la historia. El Sr. Garzón, nos contaba, que sí se suele decir que: “tal y como va California, es así como van los EEUU”, es por- que dicho Estado está consi- derado como la octava potencia económica del mundo, y como tal, es una de las áreas que mejor repre- senta a los ciudadanos ameri- canos y que mayor impacto tiene en las votaciones del país. Nos recordaba, por tanto, que nosotros como ciu- dadanos californianos debía- mos de cargar con esa responsabilidad y ser cautos a la hora de votar, y siempre que fuese posible, votar obvia- mente en favor de las leyes o iniciativas que apoyasen la normalización y regulación del cannabis. A continuación, nos mos- traba una lista donde podí- amos ver el gran beneficio económico que ya supone el cannabis medicinal para el estado de California y las supuestas cifras que se al- canzarían en el caso de que se legalizara su uso recrea- cional. En dicha lista, apa- recía también un dato expuesto por la BOE “Board of Equalization” (Junta de igualdad, una de las agen- cias públicas de California encargada de cobrar im- puestos), sólo con los im- puestos generados por la supuesta legalización del cannabis en el estado, se po- drían recolectar 1,4 billones de dólares anualmente. Entre otros beneficios, calcu- lados esta vez por la vertiente californiana de NORML (Or- ganización por la normaliza- ción del uso responsable del cannabis y la reforma de sus leyes), se ahorrarían también, más de 200 millones de dóla- res que se destinan a la perse- cución de los usuarios recreacionales de cannabis, se crearían cerca de sesenta mil puestos de trabajo cuyos sala- rios ascenderían a 1,2 billones de dólares y además el sector cannábico se situaría cerca de la industria vinícola de Califor- nia alcanzando entre los doce y los dieciocho billones de dó- lares anuales de beneficio. Mauricio comparaba las grandes bodegas de vino y sus vides con las plantaciones ex- teriores de gigantes plantas de cannabis y nos hacía ver que en cierta forma ambas in- dustrias están íntimamente relacionadas, no sólo crean puestos de trabajo sostenibles sino que además las áreas en las que estas se ubican, crecen y se revalorizan. Adicionalmente nos recor- daba que la explotación rela- cionada con los productos derivados del cáñamo (espe- cie fibrosa del cannabis de la que se obtienen cerca de vein- ticinco mil productos diferen- tes) se podría llegar a comparar con industrias cali- fornianas como la del algo- dón, llegando a generar 3,4 billones de dólares cada año. En cuanto al turismo, nos comentaba que obviamente, para los americanos, una vez legalizado el cannabis, Áms- terdam quedaría muy lejos y tanto la zona de Oaksterdam (uno de los barrios de Oa- kland donde se encuentran los dispensarios de la ciudad y la propia universidad de Oaksterdam) como el estado de California en general, se- rían el punto de encuentro para muchos de ellos. Ahora que ha pasado el tiempo, y ya que los estados de Colorado y Washington permiten el uso recreacional del cannabis, toca mirar hacia estos, analizar sus estadísticas y beneficios económicos y por último tomar su ejemplo. Como siempre, os animo a seguir aprendiendo porque nunca es suficiente, ¡hasta la siguiente clase!

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