67 voces conscientes otitis, tomé homeopatía, y también un método que se llama Tomatis, donde te ponen música clásica y la voz de la madre, y con eso hice un cambio muy grande. Pero fuera de eso, recuerdo estar malita, tener fiebre, estar en la cama, que venga mi madre y me cuide, pero no recuerdo ir mucho al médico, no recuerdo pasarlo mal, tener poca energía, así como veo a mi alrededor que la gente se suele poner mala, con síntomas que yo no tengo. Más allá de eso, con el simple hecho de tener 25 años y estar bien, sana, feliz, alegre, con energía, no me hace falta saber nada más para saber que no son necesarias. Antes no conocía tanta gente que no estuviera vacunada, ahora tengo el testimonio de mucha más gente que sale en el documental, y todos contamos que nos sentimos mucho mejor que muchas personas que vemos a nuestro alrededor. Claro, la raíz es que no ponemos el problema en el exterior si no que entendemos que lo que nos pasa es algún proceso nuestro, porque es cómo me han educado, que lo que me pasa es o porque llevo una época de mucho estrés o que me ha pasado algo que me ha tocado mucho. Cuando estoy mala pienso mucho en lo que me ha pasado, en qué he hecho estos días o en mis relaciones con mis amigos… ¿qué ha pasado? Busco ahí, me sirve para reflexionar, para cambiar cosas de mi interior. Y ahí entramos en la teoría del terreno, ¿podéis explicarla brevemente? Alicia: La teoría del terreno sería lo contrario de la teoría microbiana, dice que es más importante cómo está tu cuerpo que el hecho de que te ataquen, algo que, evidentemente, comparto. Pero, realmente, lo que pensamos es que lo importante va más allá del terreno. Patrick Quanten define que la salud es estar en equilibrio, pero no solamente el terreno físico, sino en tus relaciones, tu trabajo, tu familia… Hay mucha gente que se considera espiritual, por decirlo de alguna manera, aunque la palabra espiritual nadie sabe lo que es, porque espiritual es todo. En el fondo todo es espiritual y todo es política. Entonces, si tú tienes un equilibrio en Adriana Pinilla aportó su talento como cámara y editora audiovisual Durante el rodaje del documental
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