El Cultivador

Por dónde íbamos El cultivo lo vamos a llevar a cabo en un armario diseñado para este fin, con unas dimensiones de 1,2 x 1,2 x 2 metros, algo menos de 1,5 metros cuadrados. Lo iluminaremos con una luminaria LED de barras y con una potencia de 630 vatios, que podremos ajustar a nuestra conveniencia con el potenciómetro que posee. En cuanto al sistema de cultivo, es un modelo aeropónico de última generación que esparce el agua en unos canalones, que es donde van suspendidas las macetas de rejilla rellenas de arlita y de la propia planta, la cual se alberga en una esponja de cultivo. Dentro del tanque tenemos unas esponjas (especiales para ello) donde se hospedan los microorganismos encargados de descomponer los nutrientes orgánicos que usaremos. Centrándonos en el aspecto climático, está controlado con un extractor de 125 mm de boca, un pequeño ventilador USB (para evitar que se formen bolsas de aire) y un pequeño extractor que mete aire fresco al cultivo. Por último, la cepa que cultivaremos es un OG Kush de un amigo breeder que ha tenido el detalle de cederlas. Germinado Nuestro sistema de germinado es muy sencillo. Basta con poner unas servilletas en un envase de plástico, poner las semillas y volver a cubrirlas con otras servilletas. Una vez todo colocado, humedecemos las servilletas y medio cerramos el envase, para que se forme un microclima de alta humedad y facilitar que germinen. Lo ideal es que estén a unos 21 o 22 grados Celsius, por lo que, si aún hace frío por las noches en nuestro hogar, les buscaremos un lugar más cálido (como el router). Este proceso suele durar unas 48 horas, por lo que, normalmente, no tendremos que volver a hidratar las servilletas. Transcurrido este tiempo, las semillas deben de haber eclosionado. De ser así, las dejaremos hasta que tengan una raíz de 1,5 centímetros, para colocarlas en la esponja de cultivo y llevarlas al sistema donde echarán las primeras raíces. Primera y segunda semana de crecimiento Aunque podríamos enraizar las semillas en las esponjas de cultivo o en un semillero, como lo haríamos con unos esquejes, en nuestro caso, ya que disponemos de él, usamos un sistema DWC hidropónico en el cual enraízan muy bien, por lo que las dos primeras semanas las plantas están colocadas en este sistema, el cual solo llenaremos una vez hasta arriba (antes de colocar las plantas) ya que, al bajar el agua progresivamente, provoca raíces más largas, justo lo que necesitamos en el sistema aeropónico. El tanque es de 100 litros, como explicamos antes, y lo llenamos hasta arriba, poniendo un biofiltro en su interior y unas esponjas para que las colonicen los microorganismos que pondremos desde la primera semana. Además, le pondremos un nutriente base y un potente enraizante (con las dosis que nos marca el fabricante) para que en estos quince días las plantas empiecen a tomar forma y estén listas para ir a su hogar, ya preparado. Esta solución de nutrientes la ajustamos a un pH de 5,8 que hemos ido reajustando durante estas dos semanas (se subía hasta 7). La EC no la controlaremos al ser un cultivo biológico y no servirnos para mucho. El último día que estuvieron las plántulas en este sistema la EC era de 1,1, por lo que los microorganismos habían hecho bien su función descomponiendo los nutrientes orgánicos y 30 cultivo avanzado El cultivo lo vamos a llevar a cabo en un armario diseñado para este fin, con unas dimensiones de 1,2 x 1,2 x 2 metros, algo menos de 1,5 metros cuadrados Tras el parón que hicimos en nuestro seguimiento en el número anterior de El Cultivador, en este artículo os detallaremos cómo lo hemos llevado a cabo semana a semana y cuál ha sido su final. Bioaeroponía: El más difícil todavía Crecimientoy floración por Raro Genetics, @raroweed Plantas en el DWC, bajo los LED de crecimiento, con carencias Potenciómetro del LED Colocando las plantas en el sistema definitivo

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