El Cultivador

33 literatura cannábica en la que Martí vivía y que le gustaba retratar en toda su especificidad. Quizás en la obra de Martí, las drogas fueran secundarias o tangenciales, pero sus palabras suponen un buen testimonio del uso de las drogas en el tiempo y con su aportación abre camino desde la literatura hispanoamericana a la reflexión de los posibles usos inspiradores de las drogas. Fue, curiosamente, el primero de los modernistas hispanoamericanos que teorizó “acerca del posible uso inspirador que las culturas americanas antiguas pudieron hacer de las sustancias a la hora de elevar sus templos o de decorar sus paredes”1. Y, como comentábamos al inicio, el primero también en dedicarle un poema al hachís. Hoy nos dedicamos a José Martí, más recordado por su persona política que por su aportación a la literatura psiquedélica. José Martí José Martí Pérez vivió una vida que ha suscitado mucho interés a lo largo del tiempo. Este cubano de padres españoles es conocido por su aportación a las letras y a la política: creó el Partido Revolucionario Cubano y organizó la Guerra del 95 (o Guerra Necesaria, última guerra de Independencia de Cuba). Es por todo esto que se le han dedicado profundos estudios a su biografía. Nació en La Habana en 1853, en una época convulsa. Aunque su más tierna infancia la pasó en Valencia (ciudad de origen de su padre), pronto se trasladó a Cuba. Cuando contaba los dieciséis, mientras desarrollaba sus estudios, fue desterrado a una isla cubana y deportado posteriormente a España al ser acusado de traición por mantener correspondencia con un apóstata (amigo suyo del colegio). La pena inicial era de seis años de cárcel, aunque se vio conmutada primero por el destierro y, mediante intercesión de sus padres, por la deportación. En España, vivió y cursó sus estudios entre Madrid y Zaragoza. Se licenció en Filosofía y Letras y Derecho Civil, y comenzó sus andanzas periodísticas, colaborando para el Diario de Avisos de Zaragoza, de tendencia republicana. Zaragoza estaba en ebullición, los enfrentamientos entre monárquicos y republicanos se sucedían, nació el primer movimiento obrero…Un clima que seguro influenció el parecer político de Martí. Su vida estuvo llena de idas y venidas, viajes a París, México o Guatemala. Se casó y tuvo un hijo. Trabajó como conspirador fundando el germen del Partido Revolucionario Cubano e incluso volvió a ser deportado de Cuba por su implicación en la Guerra Chiquita. Residió también en Venezuela y Nueva York, colaboró escribiendo artículos para distintas publicaciones de Latinoamérica, trabajó como editor en Con su aportación abre camino desde la literatura hispanoamericana a la reflexión de los posibles usos inspiradores de las drogas Monumento a José Martí en La Habana (Maxim Nedashkovskiy, CCBY- SA 3.0, Wikipedia)

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