El Cultivador

66 voces conscientes yoga, sería ir a verte a ti y tener una cita contigo, poco a poco prepararte para esa cita. Los yoguis se preparan para ese momento de nirvana, de expansión de la conciencia. Hay muchísimas ramas terapéuticas, entre todas, ir encontrando con cuál te encuentras a gusto. Hace poco me preguntaron cómo elegiría a un terapeuta, yo lo elegiría que huela rico, que su casa huela más rico todavía, que me dejara entrar al baño privado de su casa, si así hiciera falta, que no me mande a la porra porque yo le mande a la porra, que me abrace justo en el momento en que estoy más perdido, que sea mi amigo y que se ría mucho. Un terapeuta no tiene que ser alguien solemne, impoluto o intachable. Creo que ese camino a encontrar tu decisión va con poder verte desnuda a ti misma, sin ningún tipo de tapujos ni remordimientos, ahí vamos a utilizar el lenguaje para decir, sin usar el remordimiento, el tapujo, el miedo o la alegría: esto es lo que soy, un conjunto de células que está generando una serie de energías irradiadas, que no son ni mágicas ni no mágicas, ni especiales ni no especiales, y ahí uno empieza a tener el siguiente nivel. Probablemente en esa preparación para estos lugares que están ahí disponibles, donde no se está obligando a nadie a nada, vas a observar algo de ti que no habías visto todavía, porque eso es psicoactivo, le pusimos psiquedélico, que indica que esta sensación es la del alma y la mente al unísono, no pensando uno para allá y el otro para allá, esto lo que hace es que junta esto y te deja verte. Autora: Doris Müller Autora: Ria Sopala

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