El Cultivador

13 cultivo exterior las raíces, ya que así facilitamos su respiración. Por último, en lo relativo a la adición de abonos al sustrato, también debemos tener en cuenta el clima. En entornos fríos, la capacidad de asimilación de nutrientes se reduce, siendo más fácil que se produzcan excesos. Por tanto, si vivimos en una zona donde las temperaturas otoñales suelen ser bajas, moderaremos la cantidad de insumos. La etapa de crecimiento La época ideal para iniciar el cultivo de otoño es a finales de agosto o durante el mes de septiembre. Este es el momento óptimo para germinar semillas o preparar esquejes, asegurando un ciclo completo antes de que lleguen las frías temperaturas invernales. Retrasar la siembra puede resultar en una cosecha tardía y menos productiva. Es importante evitar plantar demasiado tarde, ya que esto podría afectar negativamente la floración y la calidad final del producto. Nuevamente, el clima impactará sobre este proceso, ya que, en este periodo, el calor aún puede ser un desafío, especialmente en las primeras semanas de septiembre. Las altas temperaturas dificultan el enraizamiento, la germinación y la supervivencia de las plantas jóvenes, aumentando el riesgo de estrés térmico. Por este motivo, se recomienda no llevar a cabo estas tareas en exterior si hace demasiado calor. Para garantizar un crecimiento vigoroso, muchos cannabicultores optan por comenzar el ciclo vegetativo en interior y trasladar posteriormente las plantas para la floración. Este método no solo permite un mayor control sobre las condiciones ambientales y el desarrollo, sino que también facilita la gestión del espacio disponible, ya que nos da tiempo para acabar y recoger el cultivo de verano. Esta práctica, además, reduce el riesgo de plagas y enfermedades, que suelen incrementarse en exterior durante esta época. Para aquellos que no disponen de un espacio adecuado en interior, una opción viable es hacer que las plantas convivan con el cultivo de verano. También podemos mantenerlas en una ventana soleada hasta que se haya cosechado la producción anterior. La etapa de floración El cultivo comenzará a florecer una vez alcance la madurez, generalmente entre finales de septiembre y principios de octubre. Este momento depende tanto de la fecha de siembra, como de si se ha optado por semillas o esquejes, ya que estos últimos suelen acelerar el proceso. Como en todo el cultivo otoñal, durante esta etapa, el clima juega un papel fundamental. Las tormentas estacionales pueden ser intensas y causar daños significativos en las plantas. Por tanto, estar preparados para protegerlas si se prevé mal tiempo es vital. El El frío también puede conferir tonalidades rojizas debido a que el fotoperiodo favorece la floración, las plantas no suelen crecer demasiado, por lo que tampoco tendremos que usar macetas grandes

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