El Cultivador

46 activismo El consumo en los CSC Unarespuesta social a unaproblemática política por ConFAC Las salas de consumo seguro han demostrado su eficacia en la política de drogas, actuando como una medida necesaria en la prevención de riesgos y reducción de daños asociados al uso de sustancias. Estos espacios brindan un entorno seguro, facilitan el acceso a servicios de salud y ofrecen información sobre reducción de daños, los CSC no son una excepción. Por ello, consideramos que la propuesta del ayuntamiento de Barcelona de prohibir la existencia de las sedes de sociales de las asociaciones cannábicas contraviene uno de los principios de estas políticas públicas: reducir riesgos. Las asociaciones cannábicas, al igual que las salas de consumo seguro, proporcionan un espacio controlado que busca minimizar los riesgos en el uso de cannabis. Al prohibirlo en estos entornos, se podría estar empujando a las personas consumidoras a hacerlo en lugares no regulados, aumentando los impactos negativos en las poblaciones afectadas y dificultando la implementación de estrategias de reducción de riesgos y daños. La prohibición del consumo en estos espacios contradice las prácticas y mecanismos de las políticas públicas orientadas a proteger la salud y seguridad de las personas que consumen sustancias. Es esencial que las decisiones políticas en este ámbito se basen en la evidencia y en la experiencia acumulada, priorizando siempre la salud pública y el bienestar de la comunidad donde se desarrollan. La asociación cannábica, como persona jurídica, también es sujeto de derechos. Por lo tanto, como grupo, tiene derecho a decidir si sus miembros ● Consumo en los Clubes Sociales de Cannabis (CSC): una victoria histórica. ● CSC como espacio de reducción de riesgos. ● El consistorio barcelonés quiere acabar con los CSC.

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