Un estudio reciente reveló que en tres estados de Estados Unidos bajó notablemente el consumo de alcohol en la población luego de que se legalizara el uso de cannabis. Considerada la ‘puerta de entrada’ a las drogas, la marihuana también puede ser ‘puerta de salida’.
Los argumentos a favor de la legalización de la marihuana son incontables. No por que la marihuana sea una panacea, pero el sentido común, las estadísticas y la trágica historia de la «guerra contra las drogas» provocan este florecimiento explosivo de razones sociales, económicas, culturales y, también, en materia de salud pública.
En cuanto a este último rubro, la salud pública, que por cierto era uno de los principales pretextos que justificaban la prohibición de la marihuana, se ha comprobado que en las entidades que han legalizado el consumo de cannabis, hablando de Estados Unidos, se han prescrito significativamente menos fármacos a pacientes (desde anti-depresivos hasta analgésicos), sino que además se ha registrado una disminución importante en el consumo de alcohol (esa sustancia socialmente celebrada, respaldada por una industria multimillonaria y asociada a una cantidad masiva de crímenes y accidentes).
Las cifras reflejan el estado real de las cosas y la premisa pocas veces difundida de que si se considera a la marihuana como «puerta de entrada» al mundo de las drogas también puede ser tomada como «puerta de salida».
Actualmente el debate sobre el cannabis medicinal, cuya ley obtuvo media sanción en Diputados y espera seguir siendo debatida en el Senado en 2017, puso el tema sobre la mesa.
En Necochea los pedidos de cannabis medicinal a la ONG de Cannabicultores de Necochea ha superado ampliamente la capacidad de respuesta de la agrupación, que sigue brindando información fehaciente sobre la cuestión a todos los interesados.