Fertilizantes y aditivos para el cultivo de cannabis

13 junio, 2025
cultivo orgánico de cannabis

Además de agua, aire y luz, las plantas necesitan determinados minerales para llevar a cabo sus procesos vitales.

Estos se conocen con el nombre de nutrientes esenciales, ya que en ausencia de ellos tienen serias dificultades para desarrollarse. Pero también existen otros elementos que, si bien no son necesarios para que puedan completar su ciclo vital, son favorables para el metabolismo vegetal. La fertilización nos permite aportar al cultivo un refuerzo en su nutrición para mejorar la producción. En este artículo veremos qué tipos de fertilizantes y aditivos podemos encontrar actualmente en el mercado y cuál es la función de cada uno de ellos.

Tabla de contenidos

¿Qué son los fertilizantes?

Los fertilizantes y aditivos son sustancias orgánicas o inorgánicas que contienen nutrientes u otros componentes beneficiosos asimilables por las plantas. El empleo de abonos se remonta con bastante probabilidad a los inicios de la agricultura y fue descrito en la Edad Antigua por escritores clásicos. De los muchos elementos químicos que encontramos en la naturaleza, sólo dieciséis son indispensables para el correcto funcionamiento del metabolismo vegetal. Estos se clasifican en nutrientes no minerales, que son el oxígeno, el carbono y el hidrógeno, obtenidos del agua y el aire; y en minerales, que son el nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, azufre, hierro, manganeso, boro, zinc, cobre, molibdeno y cloro, mayormente asimilados a través del sistema radicular. Los que aplicamos mediante la fertilización suelen ser del segundo tipo, que a su vez se subdivide en varios grupos según diversos criterios.

mezcla de sustratos fertilizantes
Mezcla ideal de sustrato para cannabis

Si tomamos en cuenta la cantidad de cada uno de estos elementos que encontramos en la materia vegetal ya seca, los podemos clasificar en macronutrientes si están presentes en grandes cantidades (N, P, K, Ca, Mg, S) y micronutrientes si lo están en bajas cantidades (Fe, Mn, B, Zn, Cu, Mo, Cl). Estos elementos están presentes en muchos suelos naturalmente, pero si queremos aumentar los rendimientos del cultivo podemos añadirlos de forma equilibrada mediante la adecuada aplicación de fertilizantes. Estos también se pueden clasificar según diversos criterios, pero en el ámbito del cannabis solemos agruparlos según su origen en biológicos o químicos, aunque esta clasificación no acaba de ser correcta.

Tipos de fertilizante

Los fertilizante se pueden dividir según su procedencia en orgánicos, si son de origen vegetal o animal, y en inorgánicos, si provienen de minerales. Los autocultivadores de cannabis a menudo confunden orgánico con ecológico y mineral con químico, pero lo cierto es que estos términos no son sinónimos ni mucho menos, ya que existen productos orgánicos no autorizados para agricultura ecológica y fertilizantes o enmiendas minerales que sí lo están. Además, hay compuestos orgánicos como la urea que también se pueden obtener químicamente a partir de materia inorgánica. Por tanto, para que un fertilizante pueda ser considerado orgánico tiene que ser procedente de materia orgánica y para que sea considerado ecológico, respetuoso con el medio ambiente. De hecho, existen normativas a nivel autonómico, nacional e internacional que determinan qué productos están autorizados en agricultura ecológica.

Fertilizantes ecológicos para el cannabis

 

Los componentes de los fertilizantes minerales pueden obtenerse mediante síntesis química o por extracción en yacimientos naturales por lo que no todos se obtienen por procesos químicos, sino que también se pueden lograr por procedimientos mecánicos. A nivel práctico, esto se traduce en que un fertilizante ecológico puede contener perfectamente componentes de origen mineral y ser clasificado como tal.

Muchos cultivadores tienen dudas acerca de si es mejor emplear fertilizantes “químicos” o “biológicos” pero lo cierto es que eso es algo que va en función de los gustos de cada cual. Generalmente, los abonos orgánicos arrojan una producción algo inferior, aunque ofrecen una gran calidad y sabor. Los fertilizantes ecológicos son respetuosos con los microorganismos del entorno radicular, por lo que los cultivos bio suelen dar lugar a plantas con mayor resistencia a plagas y enfermedades. Son ideales para el cultivo exterior en tierra madre, ya que mantienen y mejoran las propiedades del suelo.

Por otra parte, los fertilizantes “químicos” dan lugar a plantas muy productivas y vistosas, pero que suelen tener un sabor y olor menos intenso si no se utiliza ningún producto específico para potenciarlos. Además, si no fertilizamos de forma racional y equilibrada, las plantas serán menos resistentes a posibles plagas y enfermedades. Suelen ser de rápida asimilación y muy solubles en agua, por lo que son ideales para cultivos en coco o hidroponía.

Abonado tradicional del cannabis

Tal como he comentado en líneas anteriores, es posible que la tarea de fertilización sea tan antigua como la misma agricultura. Antes del descubrimiento de los fertilizantes de síntesis química también se abonaban los cultivos, obviamente, sólo que con elementos orgánicos procedentes de plantas o animales. A continuación te dejo un listado de los más empleados en el autocultivo de cannabis. Aunque su uso es mucho más habitual en exterior que en interior, ya que no todos ofrecen la misma efectividad indoor.

Estiércol de oveja. Se trata de un abono excelente para nuestras plantas, ya que es muy rico en nitrógeno, potasio y micronutrientes. Como cualquier estiércol, debe aplicarse ya compostado.

Estiércol de caballo. Es muy rico en micronutrientes, pero pobre en macronutrientes, por lo que debe mezclarse necesariamente con otros tipos de abono que aporten NPK. Aun así, es un excelente complemento.

Gallinaza. Se trata de excrementos de gallina ya compostados, normalmente mezclados con la paja que se ha usado como cama de corral. Es muy rica en nitrógeno, pero también en fósforo, potasio y calcio. Además la paja que contiene airea el suelo. Su única pega es que si se aplica de forma excesiva puede afectar negativamente al sabor de las plantas, dándoles aroma como de corral.

Humus de lombriz. Se trata de las deyecciones de lombrices que transforman la materia orgánica al pasar ésta por su tracto intestinal. Contiene macronutrientes y micronutrientes, así como una elevada cantidad de bacterias beneficiosas. Se trata de un suplemento excelente para cualquier tipo de cultivo, ya sea en interior o exterior.

Guano de murciélago. La composición del guano puede variar en función de la dieta de los murciélagos. Normalmente, las marcas dedicadas a la fabricación de fertilizantes específicos para cannabis comercializan guano muy rico en fósforo (óptimo para la floración), bastante nitrógeno y calcio y, en menores cantidades, potasio y diversos micronutrientes.

Productos específicos para el cultivo de cannabis

La cantidad productos a emplear en nuestro autocultivo de cannabis puede variar en función de la marca que vayamos a utilizar y el nivel de complejidad que queramos alcanzar. No obstante, existen algunos elementos básicos que son imprescindibles para las plantas: aquellos que contienen los nutrientes esenciales. Los abonos necesarios para el correcto desarrollo de nuestro cultivo de marihuana son el fertilizante de crecimiento y el de floración, que contienen los macronutrientes, y los estimuladores, que incorporan los micronutrientes. Los fabricantes añaden otros productos a sus gamas para aumentar la efectividad de la fertilización y aportar a las plantas elementos extra que son beneficiosos para ellas y mejoran el rendimiento.

Estos preparados básicos se presentan de diversas formas según la marca. Algunas gamas cuentan con productos diferenciados para el crecimiento y la floración, y otras ofrecen fertilizantes combinados del tipo A+B que deben aportarse en diversas proporciones según la etapa del ciclo vital de la planta. También hay marcas que ofrecen en un solo producto para el crecimiento y la floración, pero son muy pocas. En cualquier caso, es importante suministrar una buena cantidad de nitrógeno durante el crecimiento y seguir aportándolo en cantidades inferiores en las primeras semanas de floración. En esta etapa empezaremos a añadir fósforo y potasio, cuya dosis iremos aumentando poco a poco de forma progresiva. También añadiremos estimuladores radiculares, de crecimiento o floración según sea necesario.

Los productos más habituales en el cultivo de cannabis

Fertilizante de crecimiento. Se trata de un producto específico para la etapa de crecimiento. Acostumbra a ser rico en nitrógeno por ser el elemento más demandado por las plantas en esta fase y normalmente se suministra en el riego junto con estimuladores de raíces. Cuando se suministra de forma abusiva, además de causar excesos de nitrógeno, debilita el sistema inmune de las plantas y las hace menos resistente a plagas y enfermedades.

Fertilizante de floración. Se trata de un producto específico para la floración y contiene mayormente fósforo y potasio, que son los macronutrientes que más demandan las plantas en esta etapa. Muchos también contienen micronutrientes y otros elementos beneficiosos para las plantas.

Estimulador de raíces. Se trata de un producto que suele contener macronutrientes en muy bajas concentraciones, micronutrientes y otros elementos que estimulan el desarrollo radicular. Se aplica en las primeras semanas del cultivo para ayudar a las plantas jóvenes a formar un sistema de raíces fuerte y en los trasplantes para ayudar a las plantas a establecerse en su nuevo medio. También se puede aplicar a los esquejes para favorecer las rizogénesis.

A la derecha: raíces sin protección. A la izquierda: raíces cultivadas con un biofiltro y microorganismos beneficiosos.

Estimulador de floración. Se trata de uno de los productos imprescindibles en cualquier cultivo. Normalmente se aplica durante la prefloración y primeras semanas de la floración para estimular una abundante producción floral y de resina. Además de contener micronutrientes, muchos incorporan hormonas, vitaminas, aminoácidos, etc. para aumentar la efectividad de la aplicación. No debe confundirse con el potenciador de floración, ya que los estimuladores no suelen contener cantidades significativas de PK.

Enzimas. Se trata de preparados enzimáticos que aceleran el proceso de descomposición de la materia vegetal muerta, ayudando a su transformación en azúcares asimilables por las plantas. También ayudan a la transformación de determinadas sales minerales en formas asimilables por el sistema radicular. A pesar de ello, la enzimas no deben utilizarse para lavar las raíces. Muchos cultivadores les dan este uso de forma errónea, pero lo cierto es que el efecto de las enzimas no es automático, sino que implica un proceso. Por tanto, la finalidad de este producto no es eliminar del sustrato estos elementos, como sí lo es la del lavado de raíces, sino promover la actividad enzimática en el entorno radicular para ayudar a transformar los elementos disponibles en sustancias asimilables.

Potenciador de floración. Se trata de un compuesto muy rico en PK que se suministra durante la floración para reforzar la acción del fertilizante. Normalmente es un aditivo de origen mineral. Este producto afecta al sabor cuando se administra en exceso por lo que siempre deben seguirse las pautas del fabricante.

Potenciador del sabor. Se trata de un producto rico en azúcares, normalmente a base de melaza de caña de azúcar, de remolacha o ambas. Además de incrementar el peso y resina de nuestras flores, también potencia su sabor y aroma. Por otra parte, cuando se aplica de forma excesiva, puede enmascarar el sabor real de las plantas haciendo que hasta la marihuana más inciensada se vuelva dulce.

Flush. Se trata de un producto que ayuda a disolver las sales minerales acumuladas en el entorno radicular. Se aplica en caso de sobrefertilización o antes de cosechar para limpiar mejor el sustrato. Algunos también pueden utilizarse para limpiar los equipos hidropónicos de minerales acumulados.

Vitaminas, fitohormonas, suplementos minerales, etc. Además de los productos explicados, existen muchos otros aditivos para el cultivo de cannabis. La mayoría son suplementos de minerales esenciales y no esenciales o vitaminas, aunque algunos también incorporan fitohormonas, aminoácidos, carbohidratos, etc. Cada marca tiene sus propios aditivos y algunas fabrican productos que se pueden combinar con cualquier gama de fertilizantes.

Además de todos estos productos, muchos cultivadores deciden añadir microorganismos a su cultivo, como bacterias u hongos beneficiosos. No obstante, estos no se pueden considerar fertilizantes, ya que no son nutrientes para las plantas, sino que las ayudan a alimentarse y mantenerse sanas. Espero que te haya gustado el artículo y pueda serte útil en tus cultivos. ¡Muy buenos humos!


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