Las plagas que nos quitan el sueño (Iª Parte)

Con la llegada de los productos fitosanitarios muchos de los insectos con los que convivían nuestras plantas se convirtieron en plagas. El hecho de erradicar los insectos, sean beneficiosos o no, a nivel genético ha provocado la aparición de plagas resistentes a los tratamientos y eclosiones explosivas de miles de millones de nuevos individuos en muy escaso periodo de tiempo. Por otro lado la desaparición de hábitats naturales y un comercio internacional sin un control fitosanitario de fronteras lo suficientemente riguroso ha provocado la extensión de dichas plagas a nuevas áreas geográficas alterando el equilibrio natural y trasladándose de forma negativa a la actividad agraria.

 Por Víctor Bataller Gómez.

TrialeurodesTrialeurodes

Con éste artículo comenzamos a tratar una serie de capítulos sobres las plagas más limitantes para nuestros cultivos y las medidas de control más eficientes desde el punto de vista ecológico.

Primeramente vamos a tratar algunas de las moscas blancas más presentes. Son “heminópteros” y provienen del medio oriente asiático. En un corto plazo de tiempo se dispersó por todo el Mediterráneo europeo. Son conocidas por producir daños directos, como el de succionar savia y formar melaza, y también por el peligro añadido que representan al ser transmisores de virosis. Presentan los siguientes estadíos: huevo, larva (fase I, fase II y una posible fase III), ninfa (similar a las pupas pero sin el capullo totalmente completado) y adulto. De entre las más conocidas destacan las siguientes.

Mosca algodonosa de los cítricos (Aleurothrixus floccosus)

Ataca a muchas plantas distintas. La hembra pone sus huevos formando círculos sobre la hoja. Al principio su color es amarillo claro pero luego comienzan a oscurecerse progresivamente quedando totalmente negros en el momento de la eclosión. Sus larvas tienen la forma de una escama aplastada que queda pegada a la hoja y que primero tienen patas para luego perderlas. El adulto es una «mosquita» muy pequeña de apenas un par de milímetros de longitud, las alas de color blanco y el cuerpo de color amarillo y están cubiertas de un polvo ceroso. Son chupadores gracias a su pico totalmente articulado, habitan en el envés de las hojas más nuevas y como vuelan poco el viento se encarga de moverlas. Puede reproducirse hasta cinco veces al año y su ciclo biológico dura entre uno y cuatro meses según la época.

Al formar numerosa melaza (que le sirve para protegerse y evitar pérdidas de humedad) provoca una reducción de la fotosíntesis y de la respiración de la planta. Por culpa de su acción chupadora también influyen de manera negativa en la brotación y pueden llegar a producir la defoliación, pero nunca la muerte. Pero tal como hemos comentado con anterioridad el verdadero problema es la transmisión de virus desde plantas enfermas a plantas sanas, esquilmando un cultivo en cuestión de días.

Para poder controlarla hay que evitar que se forme la plaga y comenzar los tratamientos con los primeros individuos; éstos se aprecian claramente a simple vista en el envés de la hoja y en ocasiones también sobre el haz por lo que se recomienda un reconocimiento periódico que debe realizarse casi todos los días si las temperaturas son elevadas. A diferencia del resto de moscas blancas ésta forma melaza que le llega a cubrir por completo y que la protege de los productos fitosanitarios por lo que para poder atacarla es ideal emplear un oleato potásico como el OLEATBIO, sólo o en combinación con otro producto, vigilando que el pH de la solución insecticida no suba más de 7’5 porque esto le restaría eficacia al tratamiento. Para corregir el pH se puede emplear ÁCIDO CÍTRICO. Primeramente se añade el jabón potásico, luego se corrige el pH y por último se añaden el resto de productos.

Aleurothrixus floccosusAleurothrixus floccosus

Mosca blanca de la patata (Bemisia tabaci)

 Proviene originariamente de Asia. Los huevos son elípticos y asimétricos. La hembra pone los huevos en el envés de las hojas aunque en casos aislados también los puede poner en el haz. Al contrario que la Aleurothrixus floccosus, la Bemicia tabaci los coloca creando formas irregulares y en ocasiones pueden estar protegidos por un recubrimiento de cera blanca pero no siempre. Las larvas son ovaladas, achatadas, de color amarillo claro y transparente y se alimentan de la savia de la planta. Tiene tres fases larvarias: en la primera fase casi no se mueve, en la segunda fase ya posee patas e incluso antenas y en la tercera fase aumenta el tamaño y es casi transparente. En el estado de ninfa deja de alimentarse y adquiere un color verdoso amarillento, empieza a abultarse y se hacen visibles dos ojos rojos oscuro muy característicos de ésta mosca y que perduran hasta su muerte.

Los adultos presentan dos pares de alas blancas dispuestas de forma idéntica que en la Aleurothrixus floccosus, esto es, separadas entre sí de forma totalmente paralelas y de aspecto ceroso y blanco. El cuerpo es amarillo y con sus ojos rojos característicos. El ciclo de adulto suele ser de dos a tres semanas con un óptimo de temperaturas entre los 30 y los 33º C. También succiona savia de la planta e incluso inyecta una serie toxinas a través de la saliva lo que ocasiona manchas cloróticas, deshidratación, parada y ralentización del crecimiento. También segrega una melaza en forma de gotas transparentes y con cierto tono amarillento que sirve de sustento a determinados hongos como la famosa negrilla (Cladosporium sp.) provocando la asfixia vegetal y dificultando la fotosíntesis.

También transmiten virosis, tanto las larvas como los adultos. La sintomatología de los virus comienza a manifestarse a partir de varios días y depende del tipo y de la planta, pero en líneas generales consiste en la aparición de unos mosaicos en las hojas de color marrón, amarillo o violeta; ramas extremadamente cortas y otras extremadamente largas; parada o ralentización del crecimiento; también aparecen síntomas similares a los causados por la deshidratación, clorosis, hojas y ramas enrolladas, etc.

Está claro que en el control de la mosca blanca lo principal es prevenir la transmisión de la virosis pues un solo individuo provoca la muerte de varias plantas. Se deben emplear primeramente trampas de conteo o de detección como las trampas cromáticas adhesivas. También ayudan el empleo de métodos culturales:

  • eliminar las malas hierbas de los alrededores del cultivo y los restos de cosechas
  • se debe procurar el empleo de plantas sanas
  • proteger las planta con malla antiplagas (aunque en el interior del habitáculo creado mejoran las condiciones, no sólo para la planta, sino también del insecto)
  • uso de variedades resistentes (prácticamente no son infectadas por uno o varios virus en concreto) o permisivas a virosis (que son infectadas pero consiguen completar su ciclo biológico más o menos bien)

A la hora de realizar tratamientos fitosanitarios se debe mojar bien el envés de la hoja por lo que la boquilla de pulverización debe ser orientada de abajo hacia arriba. Es bastante eficaz el oleato potásico con piretrinas OLEATBIO PI como adulticida y larvicida de contacto y el Extracto de Neem AIN como ovicida. También se recomienda combinar con un repelente como el extracto de ajo ALIOSAN.

De entre todos sus depredadores naturales destacan los chinches, sobre todo el “Macrolophus caliginosus” o el Macrolophus nubilus” que se alimentan de larvas. Entre los parasitadores destacan el “Eretmocerus mundus” y “Encarsia formosa “. Los orius también atacan adultos, pero bastante menos.

  Problemas por mosca blancaProblemas por mosca blanca

Mosca blanca de los invernaderos (Trialeurodes vaporiorum)

La hembra realiza la puesta en el envés de la hoja, pudiendo tener disposición circular o bien quedar dispersa. Sus huevos son de color amarillo, forma elíptica, y con un pedicelo que le mantiene pegado a la planta; al igual que la “Bemicia tabaci” con el desarrollo se va tornando de un color negro y brillante. La larva también presenta tres fases. Tiene el par de ojos rojos pero muy simples y no tan llamativos. Ya desde el primer momento es móvil, amarilla transparente y de forma elíptica, tres pares de patas y un par de antenas. Cuando se fija a la hoja desaparecen las patas y las antenas, adquiriendo entonces aspecto de escama y segrega melaza. Va aumentando de tamaño hasta que pasa a ninfa, en donde presenta diversos filamentos en su contorno y los característicos ojos rojos pero compuestos. Forma una especie de pupa al final de este periodo con paredes laterales verticales y espinas muy visibles.

El adulto es de color amarillo limón y alas con aspecto blanquecino, paralelas pero algo superpuestas entre ellas, lo que le diferencia principalmente de la “Bemicia tabaci”. Presenta un mínimo de 5 a 6 generaciones anuales. Los adultos se localizan principalmente en el envés de las hojas y en los brotes jóvenes.

A los adultos se les puede ver volar sobre la planta y tanto ellos como sus larvas se alimentan de la savia de la planta inyectando igualmente por su saliva sustancias tóxicas. También segregan melaza que colocan sobre todo las larvas, lo que puede inducir al desarrollo de negrilla y es también un importante vector transmisor de virosis.

Los tratamientos fitosanitarios son los mismo que hemos mencionado en las dos anteriores y entre sus depredadores naturales destacan igualmente “Macrolophus sp.” y “Eretmocerus sp.”, y en los parasitadores la “Encarsia formosa”.

 Otro de los grandes grupos de plagas, más grande incluso que el de las moscas blancas son las cochinillas, también conocidas como cóccidos, piojos, serpetas, caparretas, escamas,…; Nos referimos más a un fenómeno de autodefensa que a una especie o tipo de insectos en concreto, es decir, las cochinillas no son una familia en sí, sino más bien un proceso de metamorfosis. Los aspectos en común son:

 –          poseen una protección a modo de caparazón, de forma generalmente circular aunque también las hay alargadas, y de colores muy variados. Una vez desaparezca el caparazón quedan al descubierto todos los órganos esenciales sin que por medio exista piel

          en su etapa adulta, que coincide con el periodo de reproducción, son muy inmóviles. Se anclan a la planta hospedante insertándole un estilete que le sirve de elemento para nutrirse

          forman colonias más o menos numerosas, sobre todo provocado por su poca movilidad

Existen otras peculiaridades que no coinciden con éstas características, por ejemplo, hay individuos que no presentan caparazón o son voladores.

Veamos las más conocidas y que presentan un mayor riesgo para nuestros cultivos.

 Trialeurodes vaporariorumTrialeurodes vaporariorum

La cochinilla acanalada (Icerya porchasis)

Pertenece al Orden Homóptera (los comúnmente conocidos como chinches) y es originaria de Nueva Zelanda. Está presente sobre todo en cítricos pero con humedades elevadas puede presentarse en cualquier planta de porte arbustivo o arbóreo. Las hembras maduras tienen sus cuerpos de color naranja, rojo, amarillo, o marrón brillante. El cuerpo se cubre parcialmente o enteramente con una cera amarillenta o blanca y su característica más visible es el saco grande estriado y acanalado (que le da su nombre común) donde porta los huevos. Éste saco es de 2 a 3 veces más grande que el cuerpo y contiene cerca de 1000 huevos de color rojo. Los machos son algo menos detectables a simple vista. Tiene cuerpo rojo oscuro, las antenas negras y están provistos de alas.

La hembra es hermafrodita pero con ovarios totalmente desarrollados. Si se autofecunda sólo produce más hermafroditas como ellas, pero si la fecunda un macho se producen machos y hermafroditas como la madre.

Dependiendo de que la temperatura sea más favorable o no los huevos comienzan a salir y las ninfas resultantes de esos huevos son también de color rojo brillante con las antenas y las patas largas y muy apreciables. En ésta etapa comienza la dispersión ayudándose incluso del viento o de otros animales para llegar a las plantas más próximas. Una vez en su nuevo destino completa tres mudas hasta llegar a adulto.

Posee un enemigo, el coccinélido Rodolia cardinales también originario de Australia. Es un pequeño coleóptero de color rojo con manchas negras. Su descubrimiento fue todo un hito científico, pues fue el primer ejemplo de control biológico constatado hasta la fecha. Es un parasitador que realiza la puesta sobre el saco con los huevos de la hembra o cerca. Las larvas nada más nacer se introducen en él y se comen los huevos y las larvas recién eclosionadas. Sus larvas pasan por cuatro estadíos larvarios, realizan la pupa y aparece el adulto. El adulto también devora activamente todos los estadíos de la cochinilla acanalada. Este coccinélido pasa el invierno en forma de adulto y desarrolla unas 8 generaciones anuales. El éxito de su control sobre la cochinilla radica en su casi especificidad, su voracidad y su gran capacidad de reproducción.

 

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