Como ya anunciamos en el número anterior, este mes hablaremos de los diferentes claromizadores que existen en el mercado.
De esta forma podremos decidir cuál es el ideal para nuestro uso. Además explicaremos que son los e-liquids y cómo podemos realizarlos de forma casera.
¿Qué son los claromizadores? ¿Cómo funcionan?
Como ya os explicaba en el número anterior, los claromizadores son la parte más importante de los e-cigs, ya que es la única parte que estará en contacto con la esencia que vamos a vaporizar. Esto es debido a que el claromizador no sólo es el encargado de calentar el e-liquid, sino que además actuará de depósito.
Dicha pieza consta de una resistencia, una mecha y una boquilla, y se montan en el cuerpo del claromizador. Dicho cuerpo es el encargado de hacer de depósito, teniendo la posibilidad de usarse para el almacenaje de los e-liquids. Aunque este uso sólo lo recomiendo cuando usemos un cuerpo de buena calidad (de materiales hablaremos más adelante).
En cuanto a la resistencia, es la encargada de volatilizar el e-liquid, el cual llega a dicha resistencia gracias a la mecha, ya que es la que hace de enlace entre la resistencia y el depósito. Esto lo lleva a cabo gracias a que es capaz de absorber el e-liquid quedando empapada por él. Además, las mechas son capaces de soportar altas temperaturas, evitando así su posible combustión.
Las resistencias las podemos encontrar de diferentes ohmios, teniendo la posibilidad de personalizar nuestro vapor. Éste será el valor que tomaremos como referencia para decidir cuál es nuestro claromizador ideal. Dependiendo de él obtendremos una densidad de vapor u otra. También condicionará la compatibilidad del claromizador con la batería, ya que las baterías más básicas no permiten el uso de claromizadores con una alta resistencia.
Centrándonos en los claromizadores de alta gama, estos ofrecen la posibilidad de intercambiar las resistencias para que sea mayor la compatibilidad entre batería y claromizador.
Materiales
Una vez que ya sabemos qué son y cómo funcionan los claromizadores, detallaremos los diferentes materiales utilizados para su fabricación, ya que la calidad del atomizador la marcará directamente los materiales con los que ha sido construido.
- Plásticos: Éste es el material que ha sido más usado para la fabricación de los claromizadores, especialmente para los tanques. Estos plásticos son totalmente desaconsejables, ya que al estar en contacto con el e-liquid pueden ensuciarlo con partículas poco saludables. Esta toxicidad aumenta cuando usamos e-liquids con nicotina y/o cannabis, ya que, al ser más corrosivos, provocan un desgaste mayor en el tanque. Pero, obviamente, éste es el material más económico, de ahí que haya sido tan utilizado, sobre todo en los modelos más básicos. Diferentes tipos de plástico son el material usado para la fabricación de la mayoría de las partes del claromizador, exceptuando la resistencia y la mecha, que serán de materiales más resistentes a las altas temperaturas.
- Cristal de borosilicato: El cristal de borosilicato es el material elegido para la fabricación de los claromizadores de alta gama. Dicho cristal es utilizado especialmente para la fabricación del tanque, ya que al ser un material neutro, no agregará ninguna partícula a nuestro e-liquid, asegurándonos así tanto un sabor limpio como un vapor libre de partículas insalubres. Este material también es muy utilizado para la fabricación de las boquillas, pues nos otorgan una mayor sensación de calidad y pureza del vapor. El mayor inconveniente de este material es su fragilidad, pese a que sean utilizados cristales de alta calidad como el Pyrex.
- Hilo de algodón japonés: Éste ha sido uno de los materiales más usados para la fabricación de las mechas más básicas debido a su bajo coste de fabricación. Dicho material, además, es capaz de soportar altas temperaturas sin combustionar. Estas virtudes se ven empañadas por su poca durabilidad. Sólo es óptimo para la fabricación de claromizadores desechable, pues el uso prolongado de estas mechas empobrecerán la calidad del vapor obtenido, llegando a producir nubes de vapor ínfimas y con un peculiar sabor a quemado.
- Nicrom: El nicrom es uno de los materiales usados para la fabricación y reparación de las resistencias. Este material es una aleación de un 80% de níquel y un 20% de cromo. La mayor virtud de este material es su gran resistencia al calor, teniendo su punto de fusión a más de 1.000 grados Celsius. También cabe destacar su gran dureza ante la corrosión, virtud especialmente valorada ya que gracias a ella su durabilidad es mucho mayor que la del hilo de algodón japonés. También cabe destacar del nicrom que, gracias a su bajo coste, es utilizado en multitud de aparatos electrónicos
- Kanthal: Éste es el material más usado para la fabricación de resistencias de gama alta. Dicho material se compone de una aleación de hierro, cromo y aluminio, los cuales le otorgan la propiedad de soportar altas temperaturas manteniendo una gran resistencia eléctrica. Además, gracias a esta virtud, podremos modificar la temperatura de vapeo, en el caso de utilizar un mod que contenga esa opción. Siendo esta la principal diferencia comparándolo con el nicrom.
- Acero inoxidable (grado quirúrgico): Éste es el metal más saludable para la fabricación del cuerpo de las resistencias. Esto se debe a su gran neutralidad, la cual consigue producir un vapor limpio de adulterantes, proporcionándonos un gran sabor, con la certeza de saber que no estamos ensuciando nuestro vapor con partículas insanas desprendidas por el material. A esto hay que añadirle que su precio de coste es relativamente bajo, haciéndolo ideal para la fabricación de diferentes partes del claromizador. El acero inoxidable puede utilizarse para elaborar desde las roscas hasta el recorrido por donde pasará el vapor.
- Porcelana: La porcelana es el material más codiciado por los vapeadores más sibaritas. Se utiliza para la fabricación del cuerpo de la resistencia, dada su alta resistencia tanto al calor cómo a la corrosión. Además de estas virtudes, la porcelana es un material estable que consigue evitar los picos de temperatura y produce un vapor más igualado en todas las caladas. A diferencia de lo ocurrido con otros materiales, que se calientan y enfrían con rapidez, produciendo un vapor más inestable.
- Metales no identificados: Estos metales no identificados no debiéramos utilizarlos en ningún caso, ya que su salubridad es, cuando menos, dudosa. Estos metales son usados con frecuencia en los claromizadores low cost y desechables dado su bajo coste de fabricación.
¿Qué claromizador comprar?
Ahora que ya sabemos el funcionamiento y los materiales más comunes usados en los claromizadores, diferenciaremos los claromizadores según sus características, para así elegir nuestro claromizador ideal.
- Según la rosca: Ya que existen dos tipos de rosca (510 y Ego) éste es un punto que debemos de tener muy en cuenta ya que de él dependerá la compatibilidad con la batería o mod. En cambio, esta característica no condicionará la calidad del vapor obtenido.
- Según su capacidad: Esta característica será la que tendremos que tener en cuenta según sea nuestro consumo. La capacidad puede variar desde los dos hasta los quince mililitros. Los más pequeños son ideales para los consumidores moderados, llegando a durar hasta tres días los dos mililitros. En cambio, aquellos usuarios con un consumo más elevado verían como este pequeño tanque les dura unas horas. Para ellos recomendaría tanques de al menos siete mililitros, evitando así tener que estar rellenando constantemente el tanque del claromizador.
- Tipo de tanque: En la actualidad, dado que el próximo año entrará una nueva normativa en Europa, los tanques fabricados actualmente son tipo vaso. Este sistema está construido en una sola pieza de cristal, con una única apertura superior, al contrario de los fabricados hasta ahora, los cuales tienen apertura tanto por la parte superior como inferior. Con este nuevo sistema se consiguen tanques mejor sellados, evitando así los molestos derrames que se producen con los antiguos tanques de doble apertura.
- Según la posición de la resistencia:
- Superior o top coil: Claromizadores que llevan la resistencia en la parte superior del claromizador.
- Inferior o bottom coil: Estas resistencias están colocadas en la parte inferior de los claromizadores, produciendo un vapor más caliente.
- Según su resistencia: En el mercado podemos encontrar claromizadores de diferentes resistencias. Esta resistencia se mide en ohmnios y se dividen en tres subgrupos:
- Sistema LR (baja resistencia): Este sistema nunca sobrepasará los 1,8 ohmnios, con la ventaja de necesitar entregar menos vatios desde la unidad de potencia, dada su baja resistencia.
- Sistemas SR (resistencia normal): Estos sistemas tienen una resistencia de entre 2 y 2,6 ohmnios, siendo las menos utilizadas.
- Sistemas HV (alta resistencia): Se considera sistemas de alta resistencia a los que utilizan al menos 2,6 ohmnios de resistencia. Este sistema es el que produce un vapor de más calidad, en cambio, son muy poco utilizadas ya que se necesita tener un alto voltaje en la unidad de potencia. Siendo esto, en mi opinión, una gran desventaja, ya que las unidades de alta potencia son las más caras, además de tener una duración de la batería menor.
- Con o sin resistencia intercambiable: Los modelos básicos no suelen llevar esta opción, pero los claromizadores de calidad media-alta sí que la incorporan casi todos. Esto hace que podamos cambiar la resistencia, ya sea por otra de más o menos ohmnios o incluso para cambiarla por una nueva. Así nos ahorramos tener que comprar un claromizador nuevo una vez que se acaben las horas de vida de la resistencia.
- Cantidad de resistencias: Además de poder cambiar las resistencias, son varios los modelos en el mercado que ofrecen una resistencia doble. Con ello se consigue más cantidad vapor aunque veremos enturbiado el sabor por el exceso de potencia.
- Piezas desmontables o no: Que todas las partes del claromizador sean desmontables nos facilitará, sobre todo, la limpieza. Además, el poder desmontar las piezas, hará que podamos sustituirlas en caso de desgaste o rotura.
- Con o sin regulador del caudal de aire: En mi opinión, poseer un regulador de caudal de aire es imprescindible en un buen claromizador. Este regulador hará que podamos personalizar la densidad del vapor en un segundo. Además, cumple una función parecida a la realizada por el control de potencia, con la salvedad de que la mayoría de claromizadores ya traen este sencillo sistema sin encarecer en demasía los costes de fabricación.
¿Qué son los e-liquids?
Ahora que conocemos las múltiples características de los claromizadores, nos centraremos en los e-liquid. Los cuales se obtienen gracias a una mezcla de propilenglicol, glicerina natural, agua destilada y aromas. A estos les podemos agregar tanto cannabis como nicotina. Dichos ingredientes los podemos mezclar en diferentes proporciones, para obtener nuestra mezcla favorita. Las recetas más comunes se componen, aproximadamente, por un 50% de glicerina, 40% de propilenglicol y un 10% de agua destilada. A esta mezcla le podemos añadir saborizantes, aunque bastará con una gota para dar sabor a más de 10 mililitros. Estas mezclas también las podemos comprar hechas, pudiéndose incluso comprar e-liquids que contienen CBD. Algo muy valorado por los consumidores medicinales dada su practicidad.
E-liquid rico en CBD pero… ¿qué estamos vapeando exactamente?
Son varias las empresas que han puesto a la venta diferentes e-liquids ricos en CBD dado que es legal en España. En cuanto me enteré de su existencia me dispuse a probarlos. Esta prueba ya empezaba con mala pata nada más recibir el primer e-liquid, pues su concentración de CBD era muy poca. Existen diferentes productos con más o menos contenido en CBD. Lo sorprendente es que el que más tiene sólo lleva 500 mg en una disolución de 30 mililitros de glicerina natural. Como consecuencia de esta cantidad tan pequeña, en cada aspiración apenas inhalaremos CBD. Esto lo hace ideal para consumidores de CBD medicinales, los cuales necesitan muy poco CBD para notar su mejoría. En cambio, los consumidores que necesitamos una mayor cantidad de CBD apenas notamos los efectos. Se trata, entonces, de un efecto placebo más que cualquier otra cosa. Esto no quiere decir que los desaconseje, pero sí que debemos ser realistas y tener claro que con tan pocos miligramos de CBD en tanta disolución el efecto es mínimo.
Los e-liquids los podemos encontrar incluso en claromizadores precargados, aunque normalmente estos claromizadores son de baja calidad para abaratar costes, por lo que en general los desaconsejaría al igual que los claromizadores de mala calidad. Sólo los recomendaría si nos hemos asegurado previamente la salubridad de los mismos.
E-liquid casero
Para terminar os daré una simple receta para que podáis fabricar vuestro e-liquid cannábico. Para ello necesitaremos:
- 15 mililitros de glicerina natural.
- 10 mililitros de propilenglicol.
- 5 mililitros de agua destilada.
- 1,5 gramos de flores de cannabis secas.
- Envase para realizar la maceración.
- Colador fino.
La receta es semejante a la de las tinturas cannábicas, ya que dejaremos macerar las flores secas en un bote junto a la glicerina, para que de esta forma actúe como solvente. Este bote lo agitaremos una vez al día durante veinte días. El bote debe estar en un lugar oscuro. Una vez pasado este tiempo agregaremos a la glicerina y el cannabis los demás ingredientes, para, una vez juntos, agitarlos y realizar una mezcla homogénea. Una vez homogenizada la mezcla, bastará con filtrarla para que la tengamos lista para el vapeo.
Esta receta es la que yo utilizo ya que, pese a poderse hacer e-liquid cannábicos con extracciones, prefiero el sabor obtenido al macerar las flores. Os animo a que probéis diferentes recetas con más o menos cannabis, extracción, glicerina… y así podáis encontrar vuestra mezcla ideal.
¡Yo vaporizo!
https://www.cannabismagazine.net/vaporizacion-claromizadores-y-e-liquids/