65 control; escuchar el cuerpo; cultivar el silencio; observar atentas, sin juicio, con presencia; meditar; recuperar a la niña interna; aprender a relativizar… - “Ejercicio físico”. El ejercicio físico tiene múltiples beneficios sobre prácticamente todos los sistemas de nuestro organismo, además de aumentar los niveles de dopamina, tan necesaria. El tipo de ejercicio recomendado en esta fase es andar, seguido de natación, bicicleta, pilates, ejercicios para tonificar el suelo pélvico y el baile. La danza no solo proporciona los beneficios del ejercicio físico sino también la sensualidad del movimiento, la alegría de la música, la oportunidad de compartir con otras personas… Aquí yo añadiría la recomendación de realizar algún tipo de ejercicio que ayude a conectar mente, cuerpo y emociones, como el yoga, el NIA o la flamencoterapia. - “Reconocer mi propia sexualidad”. Balbás dedica un apartado especial a la sexualidad en esta etapa vital, afirmando que “la propia actividad sexual disminuye la sequedad y la atrofia vaginal, y el no tener relaciones sexuales aumenta la sequedad y la atrofia”6. También confirma que muchos de los medicamentos que se suelen recetar para tratar los supuestos síntomas de la menopausia, como benzodiacepinas, antidepresivos tricíclicos, fluoxetina… interaccionan negativamente en nuestra sexualidad. Para contrarrestarlo, la autora propone recuperar el erotismo, la sexualidad como el arte de amar, de placer compartido sin finalidad, el placer del deseo. Cultivar el deseo y la presencia, mediante prácticas como el tantra o el taoísmo; prepararse para tener relaciones sexuales, crear un ambiente; tomar afrodisíacos si es necesario7, y aceptar y cuidar el cuerpo con cremas, aceites y masajes… Y, sobre todo, no tener prisa. sexualidad “El viaje de vuelta lleva adosado obligatoriamente la vuelta a la tierra” Hypericum perforatum(Peter Friedman)
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