El Cultivador

44 cultura cannábica su genética, por lo que sus desarrollos evolutivos van en esta dirección. No se puede generalizar, pero es común que las plantas macho de cannabis crezcan con una mayor distancia internodal, de una forma más espigada y rápida, hasta alcanzar la madurez. Hablamos aquí de las poblaciones naturales y originarias, ya que en cuanto el ser humano empieza a modificar su evolución, las plantas macho de las genéticas modernas que consumimos por sus propiedades medicinales y psicoactivas, tienen también las características morfológicas que hemos ido seleccionando para cultivar en interior, siendo chaparras y de fibras débiles. Las flores del cannabis son alógamas, es decir, reciben el polen de otra flor, a diferencia de las flores autógamas, que se polinizan y fecundan con su propio polen. Se necesita por tanto el polen de los estambres de una flor masculina y el estigma, estilo y óvulo de la flor femenina, para formar las semillas. Esto, suele darse de forma natural, en dos pies, una planta macho y otra planta hembra, a excepción, como ya hemos explicado, de los casos de hermafroditismo donde el polen de las flores macho poliniza a lamisma planta El cannabis tiene una polinización anemófila, se asegura el transporte y dispersión del polen a través del viento Cinco sépalos en el exterior y cinco estambres en el interior, cada uno compuesto por el filamento y la antera. Se aprecia el polen en el interior Racimos florales de un macho prominente

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