26 cultivo exterior medio metro de tierra labrada y abonada en la que poder desarrollar sus raíces. Una vez que esta está lista para plantar, debemos evitar pisarla para que no se apelmace. Si en vez de cultivar en tierra madre, nos vemos en la necesidad de plantar en maceta, el sustrato también debe de ser mullido, esponjoso y rico en nutrientes. Utilizar contenedores grandes que permitan un buen desarrollo del cepellón nos ayudará a lograr una excelente productividad. Comomínimo, deberían tener una capacidad de treinta litros, aunque lo aconsejable son unos cincuenta. En lo referente a los fertilizantes, tanto si cultivamos en un huerto, como en una terraza o un balcón, el suelo o sustrato deberán abonarse previamente. En cualquier caso, es aconsejable añadir estiércol de oveja, humus de lombriz y guano de murciélago, que aporta nutrientes para la floración. También podemos agregar otros complementos para reforzar el abonado, como cenizas de madera, harina de sangre, harina de huesos o guano de pingüino, entre otros. En los cultivos en terraza, también podemos optar por comprar un sustrato preabonado, aunque algunos tienen demasiados nutrientes para las primeras fases del crecimiento. Siembra y fase vegetativa Como es de suponer, cuanto mayor tamaño alcance una planta, mayor será la producción que arroje. Por tanto, si disponemos de un lugar discreto para el cultivo, donde pueda crecer libremente, deberíamos emplazarlo allí. Sin embargo, esto no es lo habitual, por lo que muchos cultivadores optan por hacer crecer las plantas a lo ancho, cortando las puntas durante la fase vegetativa. Esta práctica también favorece la producción, ya que se producen muchas más ramas. En cualquier caso, tanto para que las plantas crezcan a lo alto, como a lo ancho, lo ideal es sembrar pronto. Si arrancamos el cultivo enmarzo, tendrán varios meses para crecer, pudiendo alcanzar gran tamaño. Si hace demasiado frío, se puede empezar en interior, o bien, poner a las plantas a cubierto durante la noche. Durante los primeros días de la etapa de crecimiento, debemos mantener los ejemplares cultivados en un sustrato sin abonar. Posteriormente, cuando ya cuenten con cierto tamaño, los trasplantaremos a una maceta con sustrato abonado, o bien, al huerto. Si hemos fertilizado correctamente, no debería ser necesario aportar más nutrientes durante la fase de crecimiento. No obstante, debemos permanecer atentos por si plantas muestran carencias, caso en el que intentaremos remediarlas. Como el abono sólido tarda varios días Durante los meses de calor debemos aumentar la frecuencia de riego En cualquier caso, es aconsejable añadir estiércol de oveja, humus de lombriz y guano de murciélago Los cultivos en tierra producen más que en maceta
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