El pH lo hemos ajustado a 5,8 y lo controlaremos especialmente en este cultivo, comprobando dos veces al día que se mantiene (aprovechando que tenemos el cultivo cerca). Este fue uno de los consejos que nos dieron los creadores de estos nutrientes. Cuando las primeras plántulas llevaban seis días, decidimos hacerle una pulverización de otro nutriente que siempre nos ha funcionado muy bien, ya que ofrece un extra de energía al crecimiento. Transcurrida esta primera semana, donde las plantas estaban principalmente creando raíces, esperábamos que en la segunda semana la parte aérea de la planta fuera cogiendo forma. En cuanto a la iluminación, la tenemos limitada al 50 % (a 50 centímetros de las cepas) ya que, en esta fase, y dada la eficiencia de la luminaria, es energía más que suficiente para el estadio en el que se encuentran. De hecho, si lo pusiéramos al 100 % sería energía tirada. Segunda semana: empieza la explosión de crecimiento Corría el octavo día desde que empezamos el cultivo y ya casi todas las plantas habían dejado de ser plántulas y empezaban a coger un buen porte. Sobre todo, las que pusimos primero, que ya tenían un tamaño más que decente. Las otras estaban más atrasadas. Como podíamos esperar, las plantas son de hoja ancha, entrenudos muy cortos (al menos hasta el momento) y muchas raíces. De hecho, casi crecían más en anchura que en altura, algo que, en principio, nos beneficia ya que cubrirán antes todo el espacio con una altura corta. Así, la potencia del LED llegará hasta la parte más baja, ya que queremos obtener ejemplares de entre 60 y 80 centímetros de altura. Evidentemente, al no haber cultivado esta cepa en concreto (aunque sí sus parentales) es algo más difícil de controlar, 38 cultivo avanzado en esta primera semana le hemos puesto un potenciador de raíces, un poco de humus líquido y el nutriente básico de crecimiento, todos ellos a mitad de la dosis recomendada por el fabricante Plantas durante la segunda semana de crecimiento Cepas con diez días
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