El Cultivador

preciso usar, para ello, ácido lisérgico, que es el núcleo común de todos los alcaloides del cornezuelo. Y fue la necesidad de Methergin la que provocó la necesidad de producir sintéticamente ácido lisérgico. Esto, por consiguiente, permitía conseguir, además de ácido lisérgico, cualquiera de sus derivados. Así fue como Hofmann dio a luz a la LSD, aunque por seguir hablando con propiedad, la descubrió de forma accidental. La sintetizó primero sin llegar a conclusiones mayores y volvió a sintetizarla unos años más tarde, en 1943. Fue entonces cuando, también accidentalmente, se topó de lleno con los efectos de la LSD. En sus propias palabras: "Fue entonces cuando produje dietilamida del ácido lisérgico, es decir, LSD. En realidad, yo estaba intentando conseguir un analéptico, es decir, una sustancia estimulante del sistema circulatorio. Se probó en animales y no funcionó. La empresa consideró que la LSD no estimulaba el sistema circulatorio, y fue abandonado. Ya no se hicieron más pruebas hasta que en 1943 volví a hacer la síntesis y conseguí de nuevo la dietilamida del ácido lisérgico". Parece ser, aunque seguro que esta historia la conoces ya, que Hofmann absorbió una minúscula dosis de LSD y pronto empezó a sentir los efectos: "Estaba en mi laboratorio y empecé a sentirme de una manera extraña, ciertamente extraña. No había tomado nada, imagino que algo debió quedar en mis dedos. De pronto, me encontré en otra realidad, sentía algo extraño, los colores habían cambiado, la habitación había cambiado, mi humor había cambiado y tenía la impresión de que mi propia personalidad había cambiado, y al cerrar los ojos empecé a tener bellísimas fantasías, imágenes...”. Hofmann sospechó pronto de la LSD y, como la primera experiencia le pareció un buen viaje, decidió aumentar la dosis, autoadministrándose una dosis mayor, de 250 microgramos, y volver a probar la sustancia. Él mismo reconocería que se pasó de largo en sus cálculos (tomó cinco veces más de la dosis normal) y que el segundo fue un mal viaje: “Todo cambió, y tuve la sensación de que había abandonado mi cuerpo, estaba en el espacio y podía ver mi cuerpo allí, y pensé: tal vez te has vuelto loco, o a lo mejor ya estás muerto. Fue realmente terrible, porque seguía consciente de mi situación y de la realidad cotidiana al mismo tiempo". 38 pensamiento psiquedélico El cornezuelo del centeno en Botánica descriptiva. Compendio de la flora española(Internet Archive Book Images, CC0 1.0, Flickr) El cornezuelo de centeno (Accipiter, CC BY- SA 3.0, Wikipedia) El descubrimiento de la LSD fue un momento prometedor que inauguró toda una revolución, una era dorada de la psicofarmacología

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