El Cultivador

¿Qué está ocurriendo en Malta? Malta aprobó una ley que regulaba el acceso a cannabis para usos nomédicos el pasado diciembre. La ley incluye la posesión de siete gramos y el cultivo de cuatro plantas por persona. De los siete a los veintiocho gramos se entra un probatorio y se podrá sancionar con unamulta de 100 euros. El consumo en la vía pública y frente a menores está también sancionado. Además, la regulación maltesa prevé la creación de dispensarios de cannabis con estatus de ONG, con una regulación basada en los derechos de las personas usuarias. Algo parecido a un CSC. Aun así, se están encontrando con no pocos retos a la hora de desarrollar e implementar la regulación. Por el momento, no existe ningún CSC enMalta, se prevén los primeros para finales de este año o principios del que viene. Algunas diferencias con los CSC españoles son que no existen espacios de consumo, donde se difunde la cultura cannábica y se realizan intercambios de experiencias, que favorecen la difusión de mecanismos de reducción de riesgos y daños asociados al consumo; y en materia de cultivo están desarrollando las exigencias desde la Autoridad Reguladora del Cannabis. También queda por ver qué sistema de licencias se implementa y cómo quedan diseñadas finalmente estas organizaciones que garantizarán el acceso a cannabis para fines nomédicos enMalta. La autoridad reguladora está cada vez más cerca de concluir esta fase de planificación para entrar en la fase de implementación. Entretanto, en España… La península ibérica es la puerta de entrada del hachís marroquí y una de las huertas cannábicas de Europa. Buena parte del cannabis que se consume en países como Alemania se produce en España, lo que genera altos niveles de corrupción y sobrecarga de los sistemas penales. Mientras Alemania ya se ha puesto manos a la obra, en España no ha habido ningún movimiento de alto nivel. Sí, los partidos de izquierdas o regionalistas/nacionalistas se han mostrado proclives a regular, pero no se ha dado ningún paso en este sentido desde ninguno de los dos partidos mayoritarios del país. Una vez más, nos quedamos atrás en innovación y derechos frente a las potencias europeas que se están planteando muy seriamente la regulación del acceso a cannabis para personas usuarias por encima de la edad legal. Todo ello pese a tener uno de los mayores potenciales para conseguir unas políticas de drogas innovadoras, gracias a equipos especializados y formados, una cultura cannábica con un arraigo inmenso que garantiza el conocimiento sobre la planta y uno de los climas más favorables para su cultivo. La política de drogas tiene un alto grado de complejidad por la multitud de actores y disciplinas que se ven implicados en la misma. Es recomendable centrarse en el eslabón más vulnerable de la cadena, las personas consumidoras y no consumidoras, ponerlas en el centro del desarrollo de esas políticas con el conocimiento tradicional sobre el cannabis que tenemos en la sociedad. En cualquier caso, el reloj corre, y tarde o temprano el Estado español deberá abordar la regulación de la realidad existente, el autocultivo, los CSC y las tiendas/producción de CBD. ¿A qué esperamos? 12 activismo La península ibérica es la puerta de entrada del hachís marroquí y una de las huertas cannábicas de Europa Una vez más, nos quedamos atrás en innovación y derechos frente a las potencias europeas que se están planteando muy seriamente la regulación del acceso a cannabis para personas usuarias por encima de la edad legal

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