El Cultivador

54 voces conscientes Digamos que manifestar va sin el juicio, sin culpabilizar. Sin mover dentro de ti ningún tipo de emoción, porque confundimos los sentimientos y las emociones. Las emociones son viscerales, vienen de la tripa, los sentimientos son más elevados, vienen del corazón, que es muy diferente. El corazón puede sentirse melancólico, puede sentirse triste, o sentir falta de amor, pero no proyecta ira ni envidia, todo eso es visceral, es de más abajo, del cerebro de la tripa. Tenemos tres cerebros, y esos también hay que saberlos trabajar. Tenemos uno en la tripa, los médicos ya están descubriendo que muchas enfermedades mentales tienen que ver con una disfunción de la flora intestinal. Luego tenemos el cerebro que todos conocemos, del que han hecho el centro de nuestro mundo. Hay un maestro zen que decía: “¿a quién se le ocurriría poner su casa en un puente?”, pues eso es la mente, un puente, y todo lo construimos encima de la mente. Y luego tenemos el cerebro del corazón, el cual tiene un sistema nervioso independiente del central, tiene neuronas. Han medido los intercambios entre ambos y, curiosamente, hay un 20 % de intercambio del cerebro al corazón y un 80 % del corazón al cerebro. Una de las vías de escape cuando no queremos trabajarnos la oscuridad y una herramienta para trabajar la oscuridad, dependiendo de cómo se consuman, son precisamente las sustancias psicoactivas. Tú has tenido experiencia también en eso, ¿qué uso se le puede dar? Leí hace mucho tiempo, y lamento no recordar su nombre, la tesis de un etnólogo español sobre la necesidad de los psicotrópicos. Decía que si todas las civilizaciones del planeta consumían psicotrópicos era por una necesidad evolutiva y que esas personas que las consumían hacían avanzar al resto de la tribu, de la humanidad, porque abrían nuevos caminos, nuevas percepciones, nuevas dimensiones. Ahora bien, también decía que para que eso se pudiese dar así era necesario hacerlo de forma sagrada. Las drogas abren una puerta o una ventana al multiverso. Antiguamente, al principio del todo, cuando se consumían la marihuana y el hachís, era algo como un ritual y ahora es como cuando compras una pizza, algo que se consume sin más, eso explica porque hay gente que se queda atrapada. Una de las cosas que haces es numerología. ¿Para qué sirve? Sirve para saber dónde estás y cuáles son las consecuencias de lo que haces como individuo. Es una guía. El ser médium también ayuda a que cuando leo la numerología de una persona se me manifiesta lo que en aquel momento esa persona más necesita. En el futuro no entro, es una lectura de cómo funcionas, donde tienes problemillas, o esas actitudes a dónde te llevan, porque se lee tu potencial, cómo te relacionas contigo mismo y con los demás… Hay técnicas en los talleres para volver al pasado disolverlo o cambiarlo. La gente suele vivir en el pasado o en el futuro, pero no vive el presente, se escaquea del presente. El futuro se siembra en el presente, el futuro no es lineal, es cuántico, entonces lo que la numerología hace es ayudarte a encontrar la clave en ese momento para que avances. También sirve para otras cosas, como para saber qué día es bueno inaugurar tu tienda o cuándo es más favorable dejar tu trabajo o el peso de tus ancestros en tu vida. ¿Cuáles serían las claves del año 2023? En este año es la tercera vez que nos dan la oportunidad de limpiar nuestro pasado, desvincularnos de él y reconocer nuestra ponzoña. La ponzoña oculta va a salir a la luz en todos los ámbitos: socialmente, individualmente, económicamente… Este año es importantísimo porque nos va a permitir desembarazarnos de una vez por todas de nuestro pasado, reconocer toda la porquería que llevamos acumulada como individuos, como sociedad, como nación, en la familia y como humanidad… nos permite liberarnos. Pero claro, no te puedes liberar de algo que no sabes que está ahí. Tenemos que dejar de pensar como entes separados y empezar a pensar como humanidad, que somos todos humanos, y que fuera de aquí hay más gente, y que para ellos somos humanos… y ya. Hemos de aprender a ser como el Sol o como la Luna, ellos no discriminan, dan luz igual a los buenos, a los malos y a los regulares, les da igual alimentar las malas yerbas que los pimientos de mi vecino… no juzgan, reparten a todos por igual. Pues igual hemos de aprender de esto. ¿Hay algo que te parezca importante y quieras añadir? Hay algo que ellos quieren decir, que es como una conclusión: cada ser humano es único y capaz de cualquier cosa en cualquier momento, esa es la riqueza de la humanidad. ¿Por qué se empeña entonces en diferenciarse de los demás (cuando siendo el mismo ya es diferente y aporta al conjunto) y se le olvida valorar eso en los demás? Referencia 1. Correo electrónico: numerologiachoemey@gmx.es y FaceBook: bit.ly/3x3I1yG. La gente suele vivir en el pasado o en el futuro Este año es importantísimo

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