El Cultivador

43 voces conscientes Técnicas, movimiento, el cuerpo también te sirve para hacer arte. ¿Qué es el arte? Nunca he sentido que quisiera ser pintor, escultor o fotógrafo, porque yo el arte nunca lo he vivido como una profesión técnica o artística sin la parte terapéutica o espiritual. Esto me creaba muchas dudas, porque estudié la carrera de Bellas Artes y claro, la carrera prepara para profesiones: pintor, escultor, diseñador, fotógrafo… y yo sentía que algo pasaba en mí, me gustaba el arte, pero no era lo que yo quería. Hice la especialidad de pintura y escultura. Tuve varias crisis en la carrera, estuve a punto de dejarla, por estas cosas. Cuando acabé, sentí que tenía que ser artista, y me presenté a concursos de arte, incluso quedé finalista en alguno, pero sentía que no era mi camino. Yo veía a mis compañeros artistas y los veía muy seguros de sí mismos, “somos artistas contemporáneos”, y empezaban a meterse a trabajar en galerías de arte, pero yo no sentía eso. Además, el mercado del arte siempre me ha chirriado mucho. Yo lo respeto, los artistas que quieren dedicarse al arte a nivel profesional, pero para mí sentía que no era el camino que yo tenía que seguir, profesionalizarme, meterme en galerías, crear el producto para venderlo, no era la visión que yo tenía del arte. Ahí tuve una crisis bastante grande. Estaba en Barcelona ciudad, y empecé a buscar otras alternativas, que eran las sustancias psicotrópicas. ¿Y cuál fue tu experiencia con las drogas? Mi experiencia con las drogas ha sido, como la de casi todo el mundo que ha vivido el mundo de la noche, muy caótica. Desde viajes muy buenos a viajes tremendos. Como yo no tenía sanada totalmente mi herida, mi trauma, y hacía viajes sin un proceso terapéutico, había situaciones que sí que me ayudaron a entender cosas, pero como no tenía un acompañamiento tampoco podía trabajarlo en profundidad. Y luego tenía muchos malos viajes. Los malos viajes, he de decir que me hacían ver mi demonio, el demonio que tenía dentro. Yo tuve suerte, por la situación en la que estaba, en una casa en el campo acompañado de mi pareja, que no tuve situaciones chungas de acabar mal, pero sí que me confrontaban. Igual que con el arte, cuando sacas tus demonios dibujándolos, fotografiándolos o pintándolos, y los ves, ves la imagen que has creado de tu demonio y es superterapéutico, porque estás viendo eso que has vomitado, ese demonio que tienes en tu inconsciente y nunca lo ves de frente. Al verlo de frente, te enfrentas a él, a tu miedo. Y con los malos viajes, un poco, pasaba eso. Era un dolor tremendo, pero, en parte, me ayudaba de alguna forma a enfrentarme a ese demonio. Lo que pasa es que luego tiene que haber un proceso de acompañamiento terapéutico que no había, por eso no funcionaba del todo. ¿Se podría decir que en el proceso de creación de una obra artística se entra en un estado alterado de conciencia? Sí, claro. Como tengo la experiencia de los dos, en profundidad, tanto de las drogas como del arte, puedo decir que el arte coloca, y te puede colocar más que cualquier droga. Y sin efectos secundarios. Sí que tiene resaca, pero mucho más emocional y placentera. En cualquier caso, sí que altera totalmente el estado de consciencia. No siempre, porque esto no funciona como un interruptor, tienes que entrar en un proceso creativo, tienes que trabajar el abrir tu canal de energía, y no siempre que te pones llegas a los mismos estados, depende de cómo estés, de cómo te metas tú en el momento de la situación, no siempre es igual. Has hablado de trabajar tu canal de energía, ¿eso cómo se hace y qué importancia tiene? Es como un clic, un cambio. El cerebro tiene dos lados, el izquierdo y el derecho, ya sabemos que toda la parte artística funciona con el lado derecho del cerebro, entonces, lo primero que hay que hacer es pasar a ese lado. Es como apagar el interruptor del lado izquierdo del cerebro y encender el derecho. Eso es lo primero que hay que hacer para abrir el canal energético a la hora de crear arte y pasar a ese estado de conciencia. Hay métodos, hay ejercicios tanto de dibujo como de pintura, que pueden ayudar a pasar a ese estado, pero también se puede hacer mediante la meditación, la respiración, mediante la abstracción personal y tener la capacidad de anular ese lado del cerebro que racionaliza y pone nombre a todo. Hay gente que tiene más facilidad para El arte coloca, y te puede colocar más que cualquier droga Tributo a los ancestros (creación realizada con inteligencia artificial)

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