El Cultivador

62 voces conscientes estudios, que la retrasan; y la orientación sexual no heterosexual, que la adelanta. Lo que sí parece muy extendido es el uso de métodos anticonceptivos, al menos a priori. Un 74 % de participantes en la encuesta declaró haber usado algún tipo de método anticonceptivo en su última relación sexual con penetración, siendo el preservativo el más empleado con diferencia (el 80 %), seguido de la píldora anticonceptiva (un 15 %). Sin embargo, cuando se les pregunta si lo han utilizado en el último año en lugar de la última relación sexual, el porcentaje se reduce a casi la mitad: un 46 % señala que siempre lo ha utilizado, un 37 % dice que no lo ha utilizado alguna vez y un 11 % dice no haberlo utilizado nunca, siendo mayor el número de hombres que de mujeres en haberlo utilizado. Los principales motivos marcados para justificar el no haber usado preservativo nunca o alguna vez son utilizar otro método anticonceptivo, conocer lo suficiente a la persona, no tener preservativo y sentir más sin preservativo, en este orden. En los dos primeros casos, es mayor el número de mujeres que de hombres que alegan esos motivos, y en los últimos casos son más hombres que mujeres quienes marcan esa opción. El hecho de haber tomado alcohol y drogas se encuentra en último lugar, con tan solo un 2,3 % de hombres y un 1,4 % de mujeres. La pornografía como escuela sexual Independientemente del juicio que se tenga sobre la pornografía, es un hecho que jóvenes y adolescentes se nutren cada vez más, y desde edades más tempranas, del porno, hasta tal punto que se ha convertido en el referente a imitar. Para los autores del informe, el principal problema se encuentra no tanto en el qué, sino en el cómo: los roles de hombres y mujeres en el porno heteronormativo refuerzan los estereotipos una cuarta parte de los y las jóvenes entrevistados no se sienten identificados con el concepto de masculinidad y feminidad que existe en la sociedad actual

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