El Cultivador

20 cultivo exterior las índicas (BLD) y, un poco más tarde, el mes de junio, para las sativas (NLD). Por otra parte, las autoflorecientes, aunque independientes del fotoperiodo, no están exentas de los efectos de la temperatura y la luz. Una siembra prematura en invierno, especialmente en regiones con luz solar menos intensa, puede mermar significativamente su rendimiento, ya que necesitan abundante luz para desarrollarse correctamente. Finalmente, a raíz de lo explicado, podemos deducir que la genética de la planta es un factor que debe guiar su desarrollo. Las sativas (NLD), con su crecimiento vigoroso y floración tardía, ofrecen más flexibilidad en la siembra, pero plantarlas demasiado pronto puede llevar a un crecimiento excesivo y difícil de manejar. En contraste, las índicas (BLD), con su porte compacto y rápida floración, requieren una siembra más tardía para evitar la floración prematura. Los híbridos, por su parte, presentan un delicado equilibrio, con un tiempo de floración más corto que las sativas puras (NLD), pero manteniendo muchas de sus características deseables. En cuanto a los esquejes, hay que plantarlos más bien tarde, en mayo o junio, ya que, siendo clones de plantas adultas, florecerán tan pronto como el fotoperiodo lo permita, lo que incrementa el riesgo de revegetación si se siembran antes. En resumen, debemos evitar ceder ante la impaciencia y sembrar antes de tiempo, porque es vital que las plantas jóvenes cuenten con las condiciones adecuadas para su desarrollo. Espero que te haya gustado el artículo y hayas podido aprender algo nuevo sobre la germinación y la siembra que te sea de utilidad. ¡Muy buenos humos y hasta el siguiente número! Plantas jóvenes cultivadas en tierra debemos tener en cuenta que los elementos climáticos son determinantes en la siembra y el desarrollo de las plantas

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