El Cultivador

de brebajes y medicamentos, la magia y artes adivinatorias y las conductas sexuales y sociales rechazadas por las autoridades religiosas. Históricamente, la bruja era la partera, la médica, la adivina o la hechicera del pueblo. Con la persecución de la curandera de pueblo, se expropió a las mujeres de un patrimonio de saber empírico, en relación con las hierbas y los remedios curativos, que habían acumulado y transmitido de generación en generación. Junto con las sanadoras, otro perfil de mujeres que fueron quemadas en las hogueras fue el de aquellas que no cumplían con el rol femenino de mujer sumisa. Un ejemplo de ello fue Juana de Arco. Nacida en 1412, en Domrémy, Francia, Juana demostró desde niña su valentía, decisión y espiritualidad. A los 17 años afirmó haber tenido visiones del Arcángel Miguel, de Santa Margarita y de Catalina de Alejandría, quienes le dieron instrucciones para que ayudara a Carlos VII a llegar al trono y liberar a Francia de la dominación inglesa en el período final de la Guerra de los Cien Años. Así, se unió al ejército, consiguiendo importantes victorias, como la liberación de la ciudad de Orleans en 1429. Su participación en la guerra cambió el curso de los acontecimientos y revitalizó el espíritu de resistencia del pueblo francés. Además de sus habilidades como militar, Juana de Arco también Juana de Arco mujeres cannábicas Juana de Arco fue acusada de herejía y brujería, de haber usado cannabis y de travestismo

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