51 activismo objetivos es ofrecer un entorno donde usar cannabis en un ambiente que minimiza riesgos y maximiza seguridad. La reinterpretación de las políticas de drogas desde una perspectiva de derechos humanos subraya la importancia de garantizar lugares adecuados donde atender a las usuarias, protegiendo así el bienestar y la dignidad de estas. Esto promueve un enfoque inclusivo, respetuoso y no estigmatizante hacia las personas que deciden consumir cannabis. Al ofrecer estos espacios, se reconoce el derecho de los ciudadanos a un uso seguro, alejado de la criminalización y la marginalización. Se fomenta un modelo de salud pública que prioriza la prevención y el apoyo en lugar de la sanción. En definitiva, prohibir el consumo en las asociaciones cannábicas en la ciudad de Barcelona es un retroceso en términos de políticas públicas de salud y derechos humanos y podría tener un impacto negativo en el bienestar de la ciudadanía en general. Estas asociaciones brindan un entorno seguro para las personas consumidoras, actúan como un mecanismo de control, reduciendo los riesgos asociados a espacios no supervisados. Por tanto, mantener y apoyar el funcionamiento de los CSC contribuye al bienestar de la ciudadanía, la cohesión social y la promoción de una política de drogas justa y eficaz. prohibir el consumo en las asociaciones cannábicas en la ciudad de Barcelona es un retroceso en términos de políticas públicas de salud y derechos humanos y podría tener un impacto negativo en el bienestar de la ciudadanía en general
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