65 las relaciones sexuales, que también influyen en la sexualidad. Aunque generalmente se atribuyen estos síntomas a la caída de estrógenos en esta fase, el informe concluye que el papel de los estrógenos en la sexualidad femenina no está claro. De hecho, el informe de 1996, por su parte, afirma que pueden detectarse efectos estrógenos incluso en edad avanzada, y cita un estudio en el que solo al 20 % de las mujeres de 40 a 78 años que participaron se les detectó atrofia vaginal, añadiendo, más adelante, que “la continuación de la actividad sexual puede proteger a las mujeres contra la atrofia vaginal” (p. 29). Este mismo informe menciona otro estudio en el que tan solo el 10 % de mujeres asistentes a una clínica de menopausia declararon sufrir dolor al practicar sexo. Según sus autores, “el apetito sexual puede disminuir después de la menopausia. Sin embargo, no se sabe qué componente de esa disminución es atribuible a la menopausia, el envejecimiento en general o a la menor potencia sexual de la pareja masculina” (p. 29). En su informe, el grupo científico de 1981 concluye que los períodos vitales de la peri y postmenopausia son partes normales del proceso de envejecimiento y no necesitan intervención terapéutica, a menos que esté asociado a una enfermedad o trastorno que pueda tratarse. El grupo científico redactor del informe de 1996, por su parte, afirma que “ahora se reconoce que la mayoría de esos síntomas no son específicos de la menopausia. Muchos de ellos tienen que ver con el proceso de envejecimiento o con el estrés de la mediana edad y la mayoría son comunes a mujeres y hombres” (p. 90). sexualidad La OMS ha dado una vuelta de tuerca a su discurso vinculando directamente los síntomas con los cambios hormonales Los síntomas de la menopausia varían según el lugar del planeta en el que nos encontremos (Ricardo Olvera)
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