El Cultivador

7 noticias internacionales La ley brasileña permite el uso de cannabis para fines científicos y medicinales, pero prohíbe el cultivo personal de la planta. Esto ha obligado a la industria a importar las materias primas, como el aceite de cannabis, lo que ha disparado los precios. En las farmacias, un frasco de 30 mililitros de CBD puede costar hasta 900 reales (unos 180 dólares), un precio inasequible para muchas familias de clase trabajadora como la de Silva, quien trabaja como asistente de oficina y gana un salario mensual modesto. Gracias a la ley estatal de São Paulo, Janaína Silva ha podido acceder al tratamiento sin coste alguno desde junio de 2024. Sin embargo, este es solo un logro parcial, ya que la medida no se ha extendido a nivel nacional, dejando a muchas familias en otros estados sin acceso a este tratamiento vital. Una batalla legislativa en curso El cambio en São Paulo fue impulsado por el legislador estatal Caio França, quien, tras conocer la difícil situación de familias que no podían permitirse el CBD, decidió actuar. En 2019, presentó el primer proyecto de ley del país para permitir que las familias pudieran acceder al cannabis medicinal a través del sistema de salud pública. França se enfrentó a un ambiente político hostil, con una legislatura predominantemente conservadora que se oponía al uso del cannabis por prejuicios y desinformación. A pesar de la resistencia inicial, el proyecto de ley fue aprobado en 2022, con el apoyo de casi dos tercios de los legisladores. Sorprendentemente, fue promulgado por el gobernador Tarcísio de Freitas, una figura política de la derecha y exmiembro del gabinete del expresidente Jair Bolsonaro. De Freitas, en una emotiva intervención durante la firma de la ley, explicó que su sobrino también padece el síndrome de Dravet y ha experimentado una mejora significativa gracias al cannabis medicinal. Antes, comentó, el niño tenía que llevar un casco en público por temor a sufrir una convulsión repentina. La ley de São Paulo limita el acceso gratuito al CBD solo a pacientes con tres enfermedades raras, entre ellas los síndromes de Lennox-Gastaut y Dravet. Sin embargo, sigue siendo un hito importante en la lucha por la legalización del cannabis medicinal en Brasil. Un futuro incierto para el cannabis medicinal en Brasil A pesar de este avance, el futuro del cannabis medicinal en Brasil sigue siendo incierto. El uso recreativo de la marihuana sigue prohibido, aunque, en junio de 2024, el Supremo Tribunal Federal despenalizó su uso personal, permitiendo una cantidad limitada. Esta decisión ha provocado una fuerte reacción del Congreso, que ahora busca endurecer las leyes sobre drogas. Sin embargo, los defensores del cannabis medicinal, como el abogado Emílio Figueiredo, creen que cualquier cambio en las leyes sobre el uso recreativo no debería afectar el acceso de los pacientes a los tratamientos. De hecho, el uso de cannabis medicinal ha aumentado de manera significativa en Brasil, con más de 430.000 personas recibiendo tratamientos basados en cannabis en 2023, un incremento del 130 % con respecto al año anterior. Sidarta Ribeiro, un neurocientífico brasileño de renombre y autor del libro As flores do bem: A ciência e história da libertacâo da maconha, destaca que la lucha de las madres ha sido el motor del cambio en el país. Aunque reconoce que aún queda mucho por hacer, Ribeiro está convencido de que el movimiento liderado por estas mujeres ha sido crucial para transformar la percepción del cannabis en Brasil y en otros lugares. A medida que las leyes sobre el cannabis continúan evolucionando, el papel de estas madres y su activismo incansable seguirá siendo fundamental en la lucha por garantizar que todos los niños enfermos tengan acceso a los tratamientos que necesitan para mejorar su calidad de vida. jpgon (depositphotos)

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