El Cultivador

15 cultivo exterior Durante su ciclo, que comienza el día del novilunio, es decir, cuando no hay luna visible en el firmamento nocturno, podemos observar como el disco lunar va cambiando poco a poco, creciendo cada noche hasta el plenilunio y volviendo a menguar una vez alcanzado. Pero lo cierto es que la Luna realiza tres tipos de movimiento: de rotación sobre su propio eje, de traslación alrededor de la Tierra y, finalmente, como nuestro planeta gira alrededor del Sol, esta también lo hace. Nuestro pequeño satélite emplea, aproximadamente, el mismo tiempo en completar su movimiento de rotación que el invertido en el de traslación, siendo esta la razón por la que siempre vemos la misma cara de la Luna. El movimiento de traslación, que toma un poco más de 27 días durante los que la Luna crece y mengua, es uno de los que influyen en los cultivos. En este tiempo, a medida que el cuerpo astral gira alrededor de nuestro planeta, su altura en la bóveda celeste varía. Este otro tipo de movimiento también se toma en consideración a la hora de cultivar en armonía con la Luna, ya que determina su fase ascendente o descendente. A lo largo de casi catorce días, nuestro satélite asciende para luego descender en los siguientes catorce, lo que se conoce como revolución lunar sideral. Estas fases (ascendente y descendente) no deben confundirse con la creciente y menguante, las cuales hacen referencia a la porción iluminada del disco lunar. La Tierra y la Luna son cuerpos celestes que se mueven continuamente, razón por la que, aunque esta última complete su órbita en poco más de veintisiete días, tarda veintinueve y medio en volver a ocupar la misma posición con relación al Sol. Al primer periodo de tiempo se le conoce como mes sideral y, al segundo, como mes sinódico. En las noches de luna nueva, es decir, cuando el disco lunar está ausente en el firmamento nocturno, nuestro pequeño satélite se sitúa entre la Tierra y el Sol, quedando iluminada la cara opuesta a nosotros, razón por la que no lo vemos. Este momento inicia la fase creciente, ya que, poco a poco, el disco lunar va creciendo, hasta llegar a la noche de luna llena, que da Muchos cannabicultores se basan en las fases lunares para organizar sus cultivos Preferiblemente, germinaremos por la mañana, en fase creciente Conforme a esta sabiduría atávica, las fases y ritmos lunares favorecen las labores agrícolas y los procesos fisiológicos de las plantas

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