18 cultivo exterior haber abonado, especialmente si lo hacemos al huerto. El momento ideal para ello es la fase descendente, con luna creciente y por la tarde, siguiendo esta misma norma para fertilizar mediante el riego. No obstante, si deseamos aplicar algún estimulador por vía foliar, donde no se ve implicada la actividad radicular, lo rociaremos por la mañana, en fase ascendente y luna menguante. Cuando el cultivo esté algo más avanzado, podemos necesitar llevar a cabo alguna poda, cuyo momento idóneo variará en función de lo que queramos conseguir con ella. Si vamos a hacer esquejes —sí, se pueden hacer en el cultivo exterior y con luz natural durante la primavera, si te lo estabas preguntando—, lo aconsejable sería cortarlos por la mañana, al final de la fase ascendente y colocarlos en el medio de enraizamiento por la tarde, justo al principio de la fase descendente. De esta forma aprovechamos ambas fases, cortando tallos llenos de energía, en la primera, y plantándolos cuando la actividad radicular se ve favorecida, en la segunda. Asimismo, si nuestra intención es practicar una poda regenerativa o para favorecer el crecimiento, ya sea vertical u horizontal, la realizaremos en horario matutino y con luna ascendente, ya que así se verá beneficiado el crecimiento de nuevos brotes. En cambio, si el objetivo de nuestra poda es limitar la altura o frenar el crecimiento vertical, la llevaremos a cabo en luna descendente. Los tratamientos fitosanitarios pueden suponer otra de las tareas de control de nuestro cultivo. En general, serán más efectivos si se aplican en fase ascendente y con luna menguante, a ser posible. Por último, el momento más esperado por cualquier cannabicultor, la cosecha, debería realizarse por la mañana en fase de luna creciente. Idealmente, cortaremos un poco antes del plenilunio y, si es posible, con luna ascendente. Adicionalmente, cabe mencionar que, del mismo modo que hay días que son más adecuados para ciertas labores, también los hay en que es mejor no hacer nada para evitar afectar negativamente a las plantas. Son aquellos en que las órbitas de la Tierra y la Luna se cruzan, dándose una perturbación energética que puede perjudicarles. Estos días se conocen como nodos ascendente y descendente. Asimismo, también nos abstendremos de realizar tareas de cultivo durante el perigeo, es decir, el momento en que nuestro satélite está más cerca de la Tierra. En resumen, cada una de las labores principales del cultivo tiene un momento idóneo para llevar a cabo según el calendario lunar. Por tanto, si queremos cultivar en armonía con la Luna, debemos tener en consideración todas sus fases y movimientos. Espero que te haya gustado el artículo y que hayas podido aprender un poco más sobre estas prácticas ancestrales que, aunque no están respaldadas por la ciencia, cautivan a muchísimos cultivadores. ¡Muy bueno humos y hasta el siguiente número! La ciencia no avala el cultivo en armonía con la Luna del mismo modo que hay días que son más adecuados para ciertas labores, también los hay en que es mejor no hacer nada
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