El Cultivador

Silva recomienda al lector: “no sigas leyendo poemas llenos de lágrimas” o “deja las comidas que llenan, historias, leyendas y dramas y todas las sensiblerías semi-románticas”; y lo exhorta a ensayar “una dosis de estas gotas amargas”8, de nuevo, una medicina contra la literatura sensiblera y superficial, una medicina contra la realidad. Herrero Gil lo explica muy bien cuando resume: “efectivamente las «gotas amargas» son poemas modernos sobre temas modernos y dolores del hombre y la mujer modernos. Poemas que ahondan en el dolor del poeta ante su mundo, en la relación pacientemédico, en las psicopatías y las enfermedades del momento, en la pregunta no respondida sobre lo trascendente y el misterio, en el spleen de final de siglo, en el exceso de placer o de ascetismo, en la vida vivida a través de la literatura, en la filosofía y la fisiología, o en la relación entre materia y espíritu. En estas páginas nos encontramos al Silva más decadente”9. 37 literatura cannábica Barrio de la Candelaria, Bogotá, (Pedro Szekely, CCBY- SA 2.0, Wikipedia) El barrio de la Candelaria, en Bogotá (Pedro Szekely, CCBY- SA 2.0, Wikipedia) esta referencia somera a las drogas, no es tan implícita en otro de los poemas de esta misma recopilación

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