El cáñamo es la fibra más antigua usada por el hombre. Los primeros fragmentos fósiles de cuerdas y nudos en general, datan de entre 15.000 y 17.000 años, por lo que esta simple tecnología es previa al hacha y a la rueda.
Objetos perforados, marcas en artefactos y agujas de hueso, hacen creer a los arqueólogos que el uso de cuerdas y nudos datan de fechas entre 250.000 y 2.500.000 años, antes incluso que el fuego. Los simios modernos saben hacer nudos simples, y esta habilidad puede haber precedido a la evolución del género Homo.
Una reconstrucción completa de la historia de la planta no es posible porque el cáñamo se pudre y desaparecen los restos, pero en el despertar humano es muy posible que ya estuviera el cannabis, porque es una planta muy antigua con flores zigomórficas no evolucionadas y no se puede desligar en ningún momento de su historia desde los orígenes. Por tanto, sólo es una cuestión de que el hombre en un momento dado la descubra silvestre y ya pasa a formar parte insustituible de su vida diaria por milenios.
Muchas culturas que han usado fibras de cáñamo a lo largo de los tiempos, como los celtas, no han dejado constancia escrita, y sólo hasta la Edad Media comienzan las referencias, así como restos de fibras relativamente bien conservadas.
Dejando aparte Europa, en China hay antecedentes del uso textil, según Shu Ching cerca 2300 a.C, pero también hay referencias de ella datadas en el 8000 a.C aunque muchos estudiosos la sitúan incluso mucho más allá del 10000 a.C, por lo que podría ser una de las primeras plantas utilizadas por el hombre junto al trigo y la cebada.
Carl Sagan propuso realizar pruebas a los bosquimanos de África para demostrar que el cáñamo ha sido la primera planta cultivada por el hombre, ya desde su época de cazador-recolector.
En Mesopotamia se encontraron restos datados en torno a los 8000 años a.C e incluso
textos Asirios muy ligados culturalmente con los Sumerios, reflejaron los usos que éstos daban al cannabis. No sólo lo usaban de incienso para los templos y con fines médicos, sino también para hacer cuerdas, telas y redes de pesca. Etimologicamente la palabra cáñamo proviene del vocablo asirio «quannabu» .
Ahora vamos a realizar un repaso del uso de fibras en la historia.
Existe cierto consenso en cuanto a la ubicación del origen del cannabis como especie, situándola en Asia Central, sin embargo otras fuentes la ubican más concretamente en el zonas altas del Himalaya. Un entorno montañoso es ideal para una especie de multiplicación sexual dioide, ya que la gran variabilidad de genotipos le permiten adaptarse a numerosísimos microclimas que se crean entre las grandes cumbres.
No se sabe con total exactitud su origen pero si se sabe que fue en Asia y que pasó a extenderse por toda la tierra.
El torno al tercer milenio antes de Cristo, se consolidó como la fibra más importante del mundo, con una dominancia sobre las otras hasta el punto de que el 80% de los textiles eran de cáñamo.
Los arios tras invadir India la extendieron por Oriente Medio y Europa.
En China, aunque la seda era la reina de la fibras en calidad de textura, el cáñamo lo era en resistencia por lo que al ser mucho más barata de producir fue la fibra más abundante en múltiples prendas.
En cuanto a la Edad Media, en Polonia en las excavaciones del siglo XII en Gniezno, se encuentran semillas y tela de cáñamo, no carbonizadas.
En la Alta Edad Media se convirtió en el rey de las telas gruesas, como las velas espesas y fuertes. Los pueblos eslavos se distinguen por su gran habilidad para aprovechar fibras y darles usos supersticiosos o mágicos, como las telas de ortiga (contra los rayos) que hasta el siglo XVII junto a las del cáñamo y lino eran dominantes, cosa que la seda cambió totalmente en lo referente a usos humanos. Por cierto, la ortiga es más fina que el lino, pero entre el mejor de los cáñamos y un lino normal tampoco hay grandes diferencias. El lino fue en general tan utilizado o más que el cáñamo.
Sólo la ropa de cáñamo de los ricos se ha conservado, la de reyes medievales, nobleza, y más tarde la burguesía, mientras que en los pobres, las telas eran escasas, sucias, gastadas, y generalmente de fibras secundarias del hilado que no duraban lo suficiente como para ser legadas. Además, había una gran demanda como trapos para fabricar papel, que ayuda a explicar su desaparición.
Al menos en Europa occidental, en la Baja Edad Media el cáñamo ha sido cultivado en pequeñas parcelas y con las herramientas de jardín en vez de equipos de campo en extensivos.
Carlo Magno impulsó el cultivo del cáñamo en torno al siglo IX y éste escapó de los Hortos Conclusus de los monasterios hacia los jardines y huertas del resto de la sociedad.
Posteriormente aunque la ropa de cáñamo era muy común si hubo cierta persecución por parte del clero sobre las aplicaciones medicinales, y de hecho en 1484, el Papa Inocencio VIII persiguió expresamente a los curanderos que usaban cannabis reparándolos de otros herbolarios, porque consideraron al cáñamo herético e impío, perteneciente a misas satánicas. Pero ya en el XII había sido prohibido en España y en Francia en el XIII por la inquisición.
Más de 150 años de persecución continuaron, y Europa fue una era oscura para el cáñamo en muchos aspectos, sin embargo los Cruzados sí hicieron una gran uso de el tanto en Tierra Santa como al volver. Como ya sabemos a partir de ese momento el cáñamo se usa masivamente, coincidiendo con los momentos de expansión de la humanidad. Se va a oriente a comerciar, ampliando la ruta de la seda de Venecia y es gracias al tejido de Velamen llamado «Canefis» que Holanda surte a todas las flotas, y es que el pequeño país se hizo responsable de responder a la demanda, que no era pequeña, por cierto. Las manufacturas holandesas fueron de muy alta producción.
Cristobal Colón con velas de manufactura Holandesa llevó el cáñamo en su barco tanto para sobrevivir empezando de cero en caso de naufragio, como para producir materias primas en las colonias, y sobre todo como alimento para el viaje.
En las colonias se llegó a transformar su cultivo en un impuesto real, con multas por no ser cultivado. Sin embargo maíz y trigo eran los cultivos principales. Se le consideraba necesario e imprescindible, pero también se la relegaba a una posición más ventajosa, por ejemplo para tiempos de escasez respecto al tabaco, que era más rentable.
No obstante, poco a poco la demanda de cáñamo de EEUU fue suplida por Rusia, que enviaba por barco a la costa oeste un cáñamo con el mayor nivel de calidad conocido en el mundo. Gracias a un proceso de enriado que sacaba la fibra mucho mejor que el americano, aparte del gran número de variedades que cultivaban los rusos, les precedía el conocimiento ancestral de su manejo.
El cáñamo inglés fue desplazado por el ruso y es que hasta Napoleón bloqueó con tropas a los ingleses incapaces de proveer a los americanos.
Al llegar las guerras mundiales, ya comienza la historia moderna que tan bien conocemos, con sus prohibiciones y confusiones interesadas, mezclando el aspecto droga con el industrial para justificar la prohibición y facilitar los monopolios del algodón, pesticidas, papel de árboles y petróleo.
Sólo una parte de Francia continuó cultivando cáñamo, mientras la gran productora Rusia caía desde un máximo de un millón de hectárea. Sin embargo, China aunque redujo su producción al disminuir la demanda mundial no pararon, sino que suministraron producción para su consumo interno y para las exportaciones que el mundo exigía, las cuales eran gracias a todas la aplicaciones en que el cáñamo es insustituible.
Dejando un poco atrás la historia, pero como introducción obligada para hacernos una idea de la calidad y de los métodos de elaboración, vamos a tratar a día de hoy la actualidad del cáñamo, sin dejar de mirar atrás.
Aunque el cáñamo tiene fama de ser un tejido grueso y vasto y el algodón suave y cálido no es así, ya que las fibras siempre han mostrado su lado más agradecido si se las ha trabajado desde el principio con esmero y se han elaborado con la máxima calidad. más aún si cabe hoy en día, en que el proceso de cotonización nos permite trabajar el cáñamo acortándolo a la longitud del algodón y adaptarlo a las maquinarias específicas de éste para lograr compatibilidad de procesos e incluso mezclar las fibras.
Los tejidos en general forman parte de nuestra cultura, costumbres, estilo personal, recuerdos, etc., y nos han acompañado desde el origen de la civilización. Los niños se duermen tranquilamente mientras recrean su tacto con la suave textura de alguna tela favorita.
En el 3000 a.C, la realeza del mundo entero le dio un empuje tremendo, pero sólo de las 700 especies de fibra de la tierra se acabaron usando el algodón, el lino, cáñamo, yute, sisal y el ramio.
Criterios ecológicos y sostenibles apoyan al cáñamo y al ramio, una planta de oriente que al igual que el cáñamo evita que el algodón mengüe al lavado.
El algodón mezclado con fibras sintéticas, sigue dominando y sólo el alza del petroleo puede reducir este poderío frente al cáñamo, cuya calidad quedó evidenciada cuando en la Europa medieval se utilizó para ropa interior y blanca, por lo que con mejoras tecnológicas como las de China, este cambio bien podría no tardar muchos años en darse.
La ropa de cáñamo la usaba primero la servidumbre después, ya más suave, los amos.
Ya muy usada, al tacto se muestra parecida a la franela pesada, es decir, realmente muy muy suave. Su uso estaba relegado a las zonas rurales, mientras que hoy en día ya no hay este tipo de distinciones en el uso de fibras.
El cáñamo fue un ajuar valiosísimo que las hijas heredaban, demostrando una vida útil muy larga que obviamente no se le puede pedir al algodón.
Si Giorgo Armani pusiera de moda el cáñamo, por ejemplo, a corto plazo pasaría a ser un tejido de referencia, pero el algodón posee demasiado Estatus Quo y muchas empresas poderosas relacionadas con los lobbys prohibicionistas del cannabis no quieren ni oír hablar de ello.
Desde el año 1937 con el impuesto al cáñamo en EEUU y posteriormente en 1969 con la ley de estupefacientes de ONU, el cáñamo fue perdiendo mucha fuerza a nivel mundial.
Si en torno a la década de 1960 había una producción de 300.000 toneladas de fibra bajó hasta 62.597 en 1997. De este total China poseía el 36% esta producción de fibra y el 73% de la producción total de grano del mundo. Sin embargo entre el 2000 y el 2006, creció de 50 000 toneladas a casi 90 000 toneladas, siendo el 50% de China, mientras que la de la Unión Europea fue de 23 000 toneladas.
Actualmente China es el mayor exportador de textiles de cáñamo a Europa y Norte América, donde el consumo está recuperándose año tras año. China domina muchas exportaciones de cáñamo, ejemplos concretos son: papeles especiales de filtros, papel de fumar, semillas y piezas automovilísticas.
El cáñamo produce una media de 650 Kg de fibra por hectárea, hasta un máximo de 2000 Kg
Son fibras largas, fuertes y muy duraderas con un 70 % de celulosa y un 8% de lignina, que no es alto, y un diámetro entre 16 y 50 micras. Es una fibra que conduce bien el calor, tiñe con firmeza y además de ser resistente al moho, también es antibacteriana, bloqueando incluso la luz ultravioleta.
Como decíamos el líder mundial indiscutible es China y tiene absolutamente dominado el manejo de la fibra, hasta el punto que realizan un desengomado de la fibra del cáñamo para que pueda ser procesada en las mismas máquinas de lino y algodón. Cuando mezclan al cáñamo con éstas o incluso con seda y lana dan al cáñamo más suavidad y de paso él confiere resistencia a la mezcla, aumentando la duración de la prenda.
En Europa, sólo Rumanía y Polonia, hacen textiles, y un poco en Italia, pero casi no existe posibilidad de competir con los Chinos. Europa destina la fibra a papeles especiales y el sobrante a cama de animales.
A día de hoy la fábrica y molino de fibras más grande del mundo lo posee la «Dongping Celestial Cáñamo Textil Co. Ltd» de capital Chino y Americano, pero que ha comprado tecnología de transformación a Francia, España, Italia y Hong Kong. Han patentado el desgomado del cáñamo que según científicos chinos han bajado el nivel de lignina de 8% a 0,2%, haciéndola mucho más suave.
Esta fábrica al igual que lo hizo Holanda en sus tiempos es capaz de proveer toda la demanda mundial con una capacidad de producción anual de 3,2 millones de metros cuadrados al año. China tiene 20000 hectáreas de cáñamo contra las 5,6 millones de hectáreas de Algodón, y el cáñamo va por detrás del lino, yute, kenaf y ramio.
La clave es mezclar el cáñamo desgomado con el resto de las fibras más finas, como lana y algodón, así como con fibras sintéticas, y ellos dicen ser capaces de obtener 1 kg de fibra de cáñamo de dos kilos de cáñamo crudo, y esto es un rendimiento altísimo.
Por otro lado, ya se plantean la rotación del cáñamo con la soja y el trigo para mejorar las tierras del norte, las rentas de los agricultores y de paso garantizar con cáñamo la soberanía alimentaria de toda la nación si es necesario.
El cáñamo aún en época de crisis, es muy posible que siga deslocalizado de nuestro país y que la hegemonía histórica de China se asiente tan firmemente que queden pocas opciones más baratas que la de importarla. Esto es fácil de imaginar si valoramos los costes europeos de implantar una empresa como la Dongping, ya no digamos en España.
Si queremos vivir del cáñamo, deberemos diseñar modelos de vida que directamente nos hagan disfrutar de la planta, puesto que cualquier otra justificación para abrir una iniciativa empresarial con el cáñamo y más aún dado los tiempos que corren es algo realmente complicado.
No nos conformemos aceptando la realidad y luchemos para que el cáñamo se haga un hueco en nuestras vidas sumando las fuerzas para lograrlo.
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