Como ya vienen demostrando los avances científicos en la investigación en torno al cannabis, el CBD (componente cannabinoide del cannabis que se diferencia del THC por no ser psicoactivo y por tener mayor concentración de propiedades terapéuticas) es una sustancia que está dando muy buenos resultados en pacientes con epilepsia
Productos como el aceite de CBD u otros extractos derivados de esta sustancia son ya legales en la EU, siempre y cuando no tengan un contenido alto de THC, considerándose también beneficiosos desde el punto de vista dietético.
Los estudios que se vienen realizando los últimos años en torno al CBD no han dejado de proporcionar resultados positivos en pacientes con epilepsia. Especialmente conocido es el que se realizó hace poco con 74 pacientes diagnosticados con epilepsia intratable (al menos si hablamos de medicina convencional) a los que se le suministró CBD durante tres meses. El estudio, que fue publicado en la revista Seizure, muestra que se dieron mejoras considerables en un 89 % de los pacientes no solo en la reducción de los ataques epilépticos sino también en su calidad de vida, ya que el medicamento proporcionó mejoras en cuanto a las capacidades motoras y comunicativas de los participantes, así como una mayor calidad reflectora y del sueño.
Una noticia que ilustraría muy bien este fenómeno fue la historia de la niña Charlotte Figi, de 6 años de edad, cuyos padres, tras años de lucha, encontraron en una cepa de cannabis rica en CBD la solución al calvario que vivía su hija afectada por el síndrome de Dravet, un tipo de epilepsia intratable con medicamentos llamado también epilepsia mioclonica infantil. Tras conocer historias como esta, o hechos como el caso del pequeño J., no es de extrañar que los investigadores se animen aun más a avanzar en sus estudios en torno a esta sustancia.