La Agencia Mundial Antidopaje decidió excluir al cannabidiol de la lista de substancias prohibidas a partir de 2018, lo que abre la puerta a su uso medicinal en el deporte
La relación de la marihuana con el deporte no siempre ha sido de la mejor. El consumo de cannabinoides está prohibido por la mayoría de las ligas y competiciones profesionales del mundo, y figura consistentemente entre una de las principales razones de descalificaciones deportivas por doping positivo. Sin embargo, desde el primero de enero pasado, el cannabidiol, o CBD, dejó de integrar la lista de substancias no permitidas por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que está a cargo del testeo de drogas en los Juegos Olímpicos, la UFC (Ultimate Fighting Champion) y otros eventos deportivos. Se trata de la primera vez desde la creación de la lista en 2004 que un cannabinoide se autoriza para muchas de las principales competencias deportivas del planeta.
De acuerdo a la agencia, el CBD no tiene potencial de actuar como un potenciador del desempeño, no representa riesgo de salud para los atletas y no viola el espíritu deportivo: los tres criterios por los que una droga puede vetarse. Por eso en octubre pasado se resolvió que el cannabidiol no sería incluido en la lista a partir del 1 de enero de 2018. “Para revisar la lista, los expertos examinan fuentes como investigaciones científicas y médicas, tendencias e inteligencia recolectada de fuerzas de seguridad y compañías farmacéuticas para mantenerse adelantados a quienes intentan engañar el sistema”, declaró el Director General de AMA Olivier Niggli.
Cabe destacar que, dado que el único cannabinoide permitido es el CBD, es necesario tener un buen control de la fuente del producto que se consuma, dado que suele haber trazas de THC en distintos porcentajes, y la detección de este puede valer una descalificación inmediata. Si tu sueño es ser uno de los próximos héroes olímpicos, más vale tenerlo en cuenta.