En este templo sagrado, los feligreses se unen para contar las historias de cómo la marihuana salvó sus vidas.
El año pasado conocimos a un par de religiosas que hacían productos derivados de la marihuana para proporcionar alivio al desamparado y esperanza a quien se sentía perdido, pero ahora los que bromeábamos con por fin montarle un altar a la famosa hierba, vamos a tener que viajar a Alabama, Estados Unidos, pues es allí donde se encuentra la Iglesia del Cannabis.
Así como lo escuchan. La Iglesia de Oklevueha es una rama de la Iglesia Nativa de Oklevueha Lakota de la Nación Sioux, y se le ha otorgado una exención religiosa federal para usar drogas naturales como marihuana, los hongos alucinógenos y peyote, que según ellos, mejoran o aumentan las creencias y experiencias espirituales nativas tradicionales.
La iglesia, conformada hasta los momentos por 120 fieles, fue fundada y también es dirigida por Janice y Christopher Rushing, quienes utilizan marihuana diariamente debido a sus diferentes afecciones de salud, que se han visto mejoradas de manera significativa desde que la fuman. Además de condiciones como la fatiga crónica o el cáncer, muchos de los asistentes a la iglesia usan el cannabis para enfermedades como la ansiedad y la depresión.
“Es injusto que las compañías farmacéuticas hagan grandes ganancias en drogas nocivas sintéticas y peligrosas, mientras que las plantas y las hierbas medicinales son ilegales. Estos enteógenos trabajan como herramientas para abrir espacios y caminos de la mente. Todos caminamos produciendo químicos naturales que hacen lo mismo”.
Hasta los momentos y debido a que el consumo de marihuana es ilegal en Alabama, todos los miembros de la iglesia deben probar que realmente necesitan usar marihuana para alguna condición médica, pero aún así, Janice y Christopher predican la oración y el poder sanador de la hierba bendita. ¡Aleluya!