Por Massimiliano Salami (drgrow)
Introducción
Como hemos visto en artículos anteriores la lucha biológica o control biológico se basa en el manejo de animales vivos que denominamos enemigos naturales de las plagas para reducir sus poblaciones y mantenerlas en umbrales tolerables para el cultivo
Como ya sabemos los enemigos naturales se dividen en tres grandes grupos: los depredadores, los parasitoides y finalmente los entomopatógenos.
Dentro de los entomopatógenos más usado en el cannabis hemos hablado del Bacillus thuringiensis, y del nemátodo Steinernema feltiae. Este mes vamos a tratar de forma general a los hongos entomopatógenos, ya que constituyen el grupo de patógenos más importante.
Hongos entomopatógenos
Las enfermedades causadas por hongos son bastante más frecuentes de lo que se podría pensar, al igual que los hongos fitopatógenos causan estragos sobre el cannabis cultivado, estos patógenos de muchas plagas causan espectaculares infecciones reduciendo rápidamente las poblaciones de las plagas.
Existen centenares de hongos entomopatógenos aunque sólo unos pocos has sido estudiados más profundamente.
De todos los entomopatógenos (virus, bacterias, etc.), los hongos son los que han recibido mayor atención por la gran variedad de especies existentes y amplio rango de huéspedes que infectan, ya que sus infecciones son de visible crecimiento sobre la superficie de su huésped. Con la cantidad de hongos entomopatógenos existentes, en cierta manera podríamos decir, que todos los insectos son susceptibles de ser infectados por algún hongo.
Ciertos hongos poseen características muy especiales que les permiten sobrevivir de forma parasítica sobre los insectos y de forma saprófita sobre el material vegetal en descomposición. El crecimiento saprófito puede dar como resultado la producción de conidióforos, conidias y desarrollo micelial. Esta característica es muy importante, ya que permite que el hongo pueda ser cultivado en un laboratorio.
Los hongos patógenos de insectos tienen un gran potencial para ser empleados como biocontroladores, por sus componentes y su baja toxicidad al medio.
Principales ventajas de estos entomopatógenos
1. Presentan grados variables de especificidad, es decir, pueden ser específicos de una familia o sólo de ciertas especies relacionadas.
2. Suelen ser selectivos con los enemigos naturales y resto de fauna beneficiosa.
3. Si el entomopatógeno encuentra las condiciones adecuadas para introducirse y colonizar un ecosistema, se reproduce y renueva de forma continua, es decir, se vuelve persistente, haciendo innecesarias nuevas aplicaciones.
4. No contaminan el medio ambiente ni afectan al hombre u otros animales superiores.
5. Cuando el hongo no llega a causar la muerte directamente, se presentan efectos secundarios que alteran el normal desarrollo del ciclo de vida del insecto.
Principales desventajas de estos entomopatógenos
1. Sensibilidad a la variación de las condiciones climáticas como temperaturas extremas, desecación y luz ultravioleta. Aunque estos limitantes están siendo contrarrestados mediante el uso de aditivos como los protectores solares, etc.
2. Requieren de condiciones de almacenamiento más exigentes para evitar que pierdan su patogenicidad.
3. En general, los insecticidas biológicos no matan instantáneamente, pueden tardar varios días en observarse los efectos. Normalmente se alcanzan muy buenos niveles de control entre la primera y la tercera semana después de la aplicación, dependiendo de la especie plaga, de la especie de hongo entomopatógeno usado y fundamentalmente de las condiciones ambientales. El insecto infectado, normalmente deja de alimentarse mucho antes de morir.
Clasificación de los hongos entomopatógenos
De acuerdo a la clasificación realizada por Ainsworth (1973), los hongos entomopatógenos se encuentran en la división Eumycota dentro de cinco subdivisiones: Mastigomycotina (forman zoosporas, oosporas y presentan estado perfecto), Zygomycotina (no presentan zoosporas, presentan estado perfecto y forman zygosporas), Ascomycotina (presentan estado perfecto y forman ascosporas), Basidiomycotina (presentan estado perfecto forman basiodiosporas) y Deuteromycotina (no presentan estado perfecto ni zoosporas y forman conidias).
Las clases de mayor importancia desde el punto de vista del control de plagas agrícolas son Zygomycetes e Hyphomycetes. Muchos hongos entomopatógenos se encuentran en la subdivisión Zygomycotina, clase Zygomycetes, orden Entomophthorales; en Ascomycotina, clase Pyrenomycetes, orden Sphaeriales; clase Laboulbeniomycetes, orden Laboulbeniales y en Deuteromycotina, clase Hyphomycetes, orden Moniliales.
Desarrollo de las enfermedad
Mecanismos de infección. Paso a paso
1. Adhesión de la unidad infectiva (conidio o zoospora) a la cutícula del insecto.
Los hongos entomopatógenos a diferencia de los virus y de las bacterias (que deben ser ingeridos por el insecto para ser infecciosos), infectan desde fuera, es decir, su acción comienza sobre el exterior del cuerpo del insecto. El contacto de una espora y el insecto es el primer paso del desarrollo de la enfermedad. Los mecanismo de acción son muy variables, y muchos todavía no se han aclarado.
2. Germinación de las unidades infectivas sobre la cutícula.
Una vez fijada al cuerpo de su futuro huésped, la espora germina, generando una primera hifa infectiva (penetración).
3. Penetración a través de la cutícula hasta el hemocele.
La entrada en el cuerpo del insecto se hace directamente por la cutícula; esto puede ser a través de la hifa de penetración o con un apresorio y tubo germinal. Un apresorio es una simple estructura formada por varias células que degradan con enzimas la cutícula y facilitan la entrada.
Los hongos, además, pueden aprovechar las aberturas corporales como pueden ser: la cavidad bucal, los espiráculos y el ano para introducirse en el insecto.
4. Multiplicación fase levadura en el hemocele.
Una vez en la “cavidad general” del insecto, en el hemocele, el hongo se multiplica produciendo cuerpos infecciosos tipo levaduras, llamadas blastosporas. Éstas se dispersan por todo el hemocele infectando a los distintos órganos del insecto.
5. Producción de metabolitos tóxicos. Los hongos entomopatógenos producen sustancias que son tóxicas para el huésped e intervienen en su muerte. De hecho la muerte de un insecto es más rápida cuando es afectado un hongo que produce grandes cantidades de micotoxinas.
6. Muerte del huésped.
La muerte es causada por la acción del las toxinas y del desarrollo del hongo que degrada y consume al huésped. Es frecuente que el insecto infectado cambie su comportamiento, dejando de alimentarse, pierde la coordinación para finalmente entrar en un estado de letargia hasta morir.
7. Crecimiento de las fase micelial con invasión de los órganos del huésped.
Con la muerte del huésped se termina la fase parasítica del hongo para pasar a una fase de saprofitita: el hongo crece en el hemocele formando el micelio que finalmente emerge del cuerpo muerto del insecto por las regiones intersegmentales, por espiráculos, boca y ano.
8. Producción de nuevas unidades infectivas sobre el cuerpo del insecto, esporulación externa.
Finalmente si las humedades lo permiten, el hongo concluye su ciclo realizando una esporulación exterior sobre el cadáver del huésped.
7. Dispersión de las unidades infectivas con el viento y el agua.
El viento y las salpicaduras de agua de riego o lluvia son responsable de las diseminación de las esporas del hongo por el ambiente y propagar así la infección.
Factores limitantes que intervienen en el desarrollo de la enfermedad por hongos entomopatógenos
Las condiciones climáticas son especialmente importantes para que se inicie la infección que causará una enfermedad y muerte del huésped.
Como todo hongo, la germinación de la espora (en este caso sobre el cuerpo del insecto) depende en gran medida del nivel de humedad ambiental a la que está sometida. Se ha observado que ciertos hongos entomopatógenos, un ambiente más seco facilita la liberación de las esporas procedentes de la esporulación final (sobre el cadáver del huésped), pero tanto la germinación como la esporulación final precisan de elevados niveles de humedad ambiental.
Además de la humedad ambiental, la temperatura es otro factor fundamental para el desarrollo y propagación de la enfermedad. Las temperaturas agradables siempre son favorables para estos entomopatógenos.
Entomopatógenos en el cultivo del cannabis
Los hongos entomopatógenos en el cultivos del cannabis son a día de hoy todavía poco frecuentes, quizás, principalmente por el desconocimiento de su existencia y por que la mayoría de las empresas del sector tienen otra filosofía vista la dificultad que conlleva producir formulados de estas características. Aun así estos formulados a base de entomopatógenos irán adquiriendo cada días más adeptos en el cultivo de la marihuana.
Estos productos ya tienen su fama en los cultivos comerciales, y espero, al final de este artículo, haber estimulado esa parte del cerebro que induce automáticamente al cannabicultor a buscar más información sobre este increíble tema.
Nuestras experiencia con hongos entomopatógenos has sido muy interesante, con resultados muy satisfactorios en la mayoría de los casos y totalmente asombrosos en otros. Todos los ensayos has sido realizado sobre plantas madres o plantas mantenidas en vegetativo en condiciones de interior. En exterior su efectividad depende básicamente de las condiciones ambientales.
Por los ensayos realizado con distintos hongos entomopatógenos aplicados al cannabis, podemos recomendar su uso en la fase de semilleros, crecimiento vegetativo, etc., ya que en estas fases podemos aumentar las condiciones de humedad sin que la planta se sienta afectada. Durante la fase de floración, como siempre, aplicar soluciones acuosas es poco recomendable ya que puede favorecer el desarrollo de hongos patógenos del cannabis como el moho gris, la Botrytis cinerea.
Los formulados a base de hongos entomopatógenos son una herramientas de control biológico muy eficaces, compatibles con los enemigos naturales, y por tanto, estos formulados pueden integrarse en la mayoría de las estrategias de control de las plagas en el cultivos de la marihuana.
Agradecimientos: Claudia Santarosa, Fede (Dr. Grow´s Productions)
Referencias
[1] Salami M. 2008. Cannabis sativa L., Dr.Grow´s Productions.
[2] Salami M. 2009. La lucha biológica en el cultivo del cannabis.Spannabis Magazine nº50.
[3] Tanada Y and Kaya H. K. 1993. Insect pathology. Academic Press.
[4] Castaño-Zapata J. 2005. Guía ilustrada de hongos. Universidad de Caldas
[5] Humber R. 1997. Fungi: Identification. Manual of techniques in insect pathology. Biological techniques series. Academic Press pp153-185.