El excomisionado David Stern y numerosos jugadores se alinean con la tesis de sus beneficios si es utilizada con fines médicos
David Stern, el abogado de Nueva York y comisionado de la NBA desde 1984 hasta 2014, encendió la mecha el 25 de octubre. “Me has convencido. Probablemente la marihuana debería suprimirse de la lista de sustancias prohibidas por la Liga”. Stern, que contribuyó decisivamente a limpiar la mala imagen de los jugadores de la NBA en los años ochenta y noventa, respondía a Al Harrington, jugador de la Liga desde 1998 hasta 2014 y ahora abogado y dirigente de una empresa de marihuana con fines médicos, en el documental The Concept of Cannabis producido por Uninterrupted.
La NBA respondió pocos días después a través de su vicepresidente ejecutivo de comunicaciones, Mike Bass. “Adam Silver (el actual comisionado de la NBA) ha manifestado que estamos interesados en comprender mejor la seguridad y la eficacia de la marihuana con fines médicos. Nuestra posición sobre el uso de la marihuana para fines recreativos permanece sin cambios”, declaró en USA Today. El programa antidopaje de la NBA establece que el primer positivo por marihuana obliga a entrar en un programa de tratamiento, el segundo está castigado con una multa de 25.000 dólares, el tercero con cinco partidos de sanción y a partir del cuarto, se sanciona con cinco partidos por cada positivo.
El último que ha intervenido en el debate es Karl Anthony Towns, de Minnesota Timberwolves. A sus 22 años recién cumplidos, es uno de los jugadores más prometedores de la Liga. Invierte una parte de su tiempo en las escuelas de autismo, Reed Academy en Nueva Jersey. “Te das cuenta de que las propiedades de la marihuana pueden ser muy beneficiosas para los niños y para los adultos”, explica Towns, cuya novia tiene un sobrino autista.
El pívot de los Timberwolves, que dice no haber fumado ni un cigarrillo en su vida, explica su posición en una entrevista en la ESPN: “Stern realizó un gran trabajo tomando medidas drásticas contra las sustancias ilegales. Pero, ahora ve las cosas desde una perspectiva diferente. La legalización de la marihuana con efectos medicinales ha ayudado a millones de personas. “Conozco personas que sufren artritis aguda y, gracias a la marihuana, se pueden mover mucho mejor”, sostiene. “Existe una gran diferencia entre el uso recreativo y el medicinal. Es un medicamento que utilizado en el contexto adecuado puede ayudar a las personas que sienten grandes dolores. Los jugadores de la NBA no somos superhumanos. Algunos estamos en condiciones en las que sería beneficiosa la utilización moderada y razonable de la marihuana con fines medicinales”.
Harrington, en su encuentro con Stern, le cuenta que durante los tres años de su carrera como jugador, en los que jugó para tres equipos diferentes, Denver, Orlando y Washington, utilizó CBD, un derivado de la marihuana para tratar una inflamación de rodilla tras una operación poco exitosa. El antiguo comisionado de la NBA relata que en un momento dado la Liga supo que muchos de sus jugadores fumaban mucha marihuana. “Empezamos a endurecer las normas. La gente aceptó la creencia generalizada de que la marihuana era la puerta de entrada a otros tipos de drogas más duras y perjudiciales”. Aquella percepción ha cambiado y existe un consenso universal de que la marihuana con fines médicos debe ser completamente legal”.
La marihuana está demonizada. ‘Oh, mira, es un fumeta‘, esa es la reacción. La utilizo porque me ayuda con la inflamación de mis rodillas y me calma la ansiedadJay Williams
En marzo de 2016, Jay Williams, elegido con el número dos del draft de 2002 por Chicago Bulls, solo por detrás del chino Yao Ming, confesó que el 80% de los jugadores de la NBA usan marihuana. En su segundo año en la Liga, Jay Williams, sufrió un accidente de moto y estuvo a punto de perder una pierna. Tanto él como Towns explican que muchos jugadores utilizan medicamentos como Percocet o Vicodin, más fuertes y potencialmente más perjudiciales que la marihuana, pero esta es tabú porque está en la lista de sustancias prohibidas.
“Cuando hablas de marihuana la reacción es: ‘¡Ah! Es un medicamento prohibido’. Conozco a muchos deportistas que, por ejemplo, utilizan Percocet. ¿Alguna vez has tomado Percocet? Te deja mucho más grogui que usar aceite de cannabis. Es algo que está demonizado por la sociedad. ‘Oh, mira, es un fumeta‘, esa es la reacción. Utilizo aceite de cannabis porque me ayuda con la inflamación de mis rodillas y me calma la ansiedad”, cuenta Jay Williams.
Steve Kerr, el entrenador de Golden State, vigente campeón de la NBA, desveló en diciembre de 2016 que recurrió a la marihuana para tratar de mitigar los dolores de espalda que sufría a pesar de que había sido operado poco antes del inicio de la temporada 2015-2016. Kerr abogó por un cambio en la normativa de la NBA sobre el uso de la marihuana, una alternativa mejor que muchos de los medicamentos, dijo, con los que los deportistas tratan sus dolores.
Lo intenté con la marihuana y no me ayudó, pero valió la pena, porque buscaba respuestas al dolor, Otros analgésicos y drogas fueron peores. Es complicado
Steve Kerr
La Asociación de Jugadores de la Liga de Fútbol Americano (NFL) trabaja en una propuesta sobre el uso de la marihuana. El objetivo del sindicato de jugadores de la NFL es que se pueda asumir que el consumo recreativo no es el único y que se pueda abordar desde la perspectiva de un tratamiento medicinal. La tesis es que su uso es más beneficioso, eficaz y menos perjudicial que otros medicamentos para aliviar los dolores, a menudo crónicos, que sufren muchos deportistas de élite.
“En mi caso, lo intenté con la marihuana y no me ayudó en absoluto, pero valió la pena, porque estaba buscando respuestas al dolor, pero también probé analgésicos y drogas de otros tipos, y fueron peores. Es complicado”, concluye el entrenador de los Warriors.