La poda: SuperCropping

15 noviembre, 2017

Los Cursos de Cannabis Magazine

¿Es posible conseguir la misma producción de una planta en interior que en exterior? En principio todo dependerá de la luz, su cantidad y calidad, y por supuesto de la cantidad de sustrato y espacio que haya disponibles. Sin embargo, sin intentar alcanzar las cantidades que producen algunos “árboles” de exterior, si que podemos aumentar los gramos por planta y reducir el número de plantas por metro cuadrado bajando hasta 4 ó 5 y manteniendo o aumentando la relación gramos por Wattio gracias a una técnica combinada de poda y guía: El Super Cropping.

Texto: Luis Hidalgo

Efectivamente, como decíamos al principio, el tamaño final de un planta y su producción depende de la cantidad de espacio para la raíz, la cantidad de luz y su calidad, tanto en interior como en exterior, pues no olvidemos que esas cosechas monstruosas de un kilo por planta tampoco se consiguen así como así y menos en maceta. Aún en tierra madre, para conseguir estos rendimientos tendremos que plantar en Marzo o Abril y acabar con árboles de 3 metros o más, y aun así, si es una de esas sativazas, es posible que ni siquiera lleguemos a conseguir ese peso un vez manicurada y seca.

Por otra parte, nuestro país es un caso digamos “especial” en el tema del cultivo en exterior o terraza, ya que, aunque la policía te puede quitar las plantas y el juez multarte, raramente se dan penas de cárcel por un cultivo para autoconsumo, cosa que no sucede en otros países donde una denuncia anónima puede significar cadena perpetua… Es en estos países donde los cultivadores llevan al extremo las precauciones, la seguridad, y por su puesto las técnicas de cultivo en interior para maximizar la producción en el espacio disponible y donde se desarrolló una metodología de cultivo que engloba varias técnicas en una sola: El Super Cropping.

Los descubrimientos casuales

En muchos casos los grandes descubrimientos de la humanidad no han sido buscados sino mas bien encontrados y con frecuencia por alguna casualidad, accidente o error surge un efecto inesperado que nos lleva a investigar sobre el tema en cuestión o incluso directamente nos descubre una solución para algún problema o una aplicación que nunca hubiéramos imaginado.

Con el cannabis sucede lo mismo, y la metodología del Super Cropping se convirtió en funcional hace y mas de 25 años en la costa Oeste de los EEUU por puro accidente. Seguramente a estas alturas muchos ya sospecháis de que se trata y acertaréis: las ramas y tallos de la plantas de cannabis siguen funcionales y se recuperan en muy poco tiempo tras romperse o troncharse, siempre que la rotura no supere el 60% y el trozo de rama partido quede al menos sujeto en parte. Seguramente a más de uno le ha sucedido que al intentar mover o colocar una rama ésta se ha partido o roto en parte, y éste es el origen del Super Cropping, que después evolucionó hasta reunir las refinadas técnicas que vamos a exponer en una sola metodología de cultivo que consigue incrementar la producción de manera notable, aunque no sin esfuerzo.

En concreto, se unen prácticamente todos los conocimientos que hemos adquirido hasta ahora en el Curso

y añadiremos lo que se denomina “tronzado” y que no debemos confundir en ningún caso con “tronchado”, ya que aquí no vamos a tronchar ni romper ninguna rama de forma visible, sino que produciremos una pequeña “fractura” interior que hará que se forme un callo. Esto no es un mito ni una leyenda urbana y está demostrado y comprobado por multitud de cannabicultores en todo el mundo que a partir de ese callo y otros que iremos haciendo las ramas se endurecen y la producción de flores y resina se incrementa redundando en cogollos mas gruesos y compactos. Podemos comprobar todo esto en distintos foros de internet nacionales y extranjeros incluso con vídeos que reflejan perfectamente cómo realizar correctamente los tronzados.

De cualquier manera, a continuación pasamos a detallar la metodología completa que en ningún caso podemos calificar de tortura y sí quizá de doma extrema, teniendo en cuenta que los daños infringidos a las plantas siempre redundan en una menor producción, y precisamente en este caso sucede justo lo contrario. No usaremos clavos ni partiremos ramas pero si podaremos, ataremos y tronzaremos, siempre intentando que la planta no sufra un estrés repentino y realizando una doma pausada pero constante lo largo del tiempo.

Consiguiendo la Súper Cosecha

Debemos recordar que esta es un metodología para plantas con fenotipo sativo – índico o sativo – sativo (ver número anterior) si bien algunas variedades de feno indico-sativo también serán susceptibles de ser utilizadas en supercropping siempre que ramifiquen bien, ya que la capacidad de ramificación es importante en esta forma de cultivo a pesar de que en realidad podaremos la mayoría de las ramas. También suelen funcionar mejor las plantas de semilla que los esquejes ya que estos suelen estar más endurecidos y es más complicado realizar los tronzados.

Así pues y teniendo en cuenta que vamos a poner no más de 5 plantas por metro cuadrado, partiremos de buenas macetas si cultivamos en tierra con no menos de 20 litros por maceta ya que no vamos a trasplantar en floración y las plantas van a estar en la misma maceta todo su ciclo vital. En cuanto a luz, sodio de alta presión y mejor 600W que 400W y a ser posible desde el primer momento.

Ya desde el principio aplicaremos las técnicas de poda ya vistas a lo largo del curso empezando por la poda de bajos e iniciando un programa de podas semejante al de la preparación de madres que vimos al principio de la serie. Todo el proceso de preparación en cuanto a podas y modelado de la planta debería llevarnos no más de 25 – 30 días desde semilla y 20 – 25 días desde esqueje. Durante este periodo de tiempo, en el que están creciendo en vegetativo, nos limitaremos a podar y a guiar las ramas mediante el atado o los pesos como vimos en el capítulo dedicado a la poda de madres, eliminando todos los brotes inferiores así como las ramas más débiles en su desarrollo. En los últimos 5 días de vegetativo empezaremos a guiar las ramas aún sin tronzarlas forzándolas al máximo incluyendo el tallo principal y atendiendo a la posición de cada una para evitar que se tapen unas a otras y aprovechar toda la superficie disponible para la canopia.

Una vez pasamos a floración, ese mismo día, realizamos los primeros tronzados en los tallos principales o centrales si son esquejes. El tronzado se hace cogiendo la rama o tallo entre el dedo índice y el pulgar y realizando una torsión con ellos haciendo que el tallo gire sobre si mismo hasta oír o notar un pequeño chasquido o “clack”. En ese momento se ha producido el tronzado y si se ha hecho bien la rama no debería caer y tendría que mantenerse en un ángulo de unos 45 grados con respecto a la vertical. Es posible que salga una pequeña gota de líquido o dos si hace poco que hemos regado, pero nunca debería partirse la rama por su parte exterior. En caso de que hayamos aplicado excesiva fuerza y rompamos la rama, podemos sujetarla con esparadrapo o cinta americana para mantenerla unos días hasta que se forme el callo y se vuelva a mantener por si misma. Sin embargo, es conveniente coger práctica y no romper las ramas ya que un tronzado correcto no retrasa el desarrollo de la planta mientras que la rotura si que lo hace, además de facilitar las posibles infecciones por patógenos en la herida.

De esta manera veremos que en unas 24 horas la rama se sujeta perfectamente y vuelve a crecer de nuevo hacia la luz. Podemos esperar otro par de días y repetimos el proceso un par de nudos mas abajo y así sucesivamente. Una vez que las ramas superiores hayan desarrollado perfectamente el callo formando una bola, podemos volver a tronzarla por encima o por debajo y así repetimos todo el proceso hasta la etapa pico de floración, momento en que dejaremos de tronzar, aunque seguiremos aplicando la poda tipo SCROG y el guiado por peso o atado de las ramas si éstas aún se “desmandan” en su crecimiento vertical.

Si todo esto se aplica correctamente obtendremos unos rendimientos muy importantes, rayando el gramo por watio con 5 ó 6 plantas por metro cuadrado.

En el próximo número terminaremos con este curso con un resumen de todas las técnicas de poda expuestas en él. Os emplazamos para el siguiente, en el que aprenderemos como cultivar variedades comerciales concretas para conseguir lo mejor de ellas. ¡¡¡No os lo perdáis!!!

Glosario

Callo: Bola de materia vegetal que se forma en el lugar de la rama dónde se ha producido una rotura o un tronzado

Canopia: Bóveda formada por la materia vegetal de una planta o un conjunto de ellas, refiriéndose en el cannabis en concreto las hojas principales.

Manicura (da): Proceso por el cuál se elimina el máximo de hojas posible de los cogollos una vez cosechada la planta, de forma similar a cuando eliminamos las pequeñas pieles secas o sobrantes de las manos.

Patógeno: Elemento externo a la planta que la enferma y perjudica al entrar en contacto con ella. Normalmente se usa para bacterias o virus, pero también se puede aplicar a los insectos, hongos u otros parásitos de la planta.

Tronchar: Partir una rama o tallo dejando la parte interior al descubierto, aún sin romper completamente la rama. No confundir con “tronzar”

Tronzado: Proceso por el cuál se fracturan los conductos interiores de una rama sin llegar a lesionar su capa exterior ni romperla.

 

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