La serie, cuya primera temporada tendrá 20 capítulos de media hora cada uno, narra la historia de Ruth Feldman, una mujer que a lo largo de toda su vida ha sido una gran defensora de la legalización de la marihuana y que finalmente cumple su sueño de convertirse en la propietaria de un negocio de cannabis en el centro de Los Angeles. Junto a ella trabajarán su hijo veinteañero y un guardia de seguridad con problemas. «Todos ellos estarán más o menos constantemente colocados», según anticipa Netflix.
En el primer trailer se puede ver que la serie combinará la comedia de cámaras múltiples con dibujos animados surrealistas y psicodélicos. En las imágenes aparece el hijo de Ruth, Travis (interpretado por Aaron Moten), tratando de convencerla de hacer del negocio «el Wal-Mart de la marihuana».
Con una carrera que abarca casi cuatro décadas, parece mentira que no hayamos visto antes a la increíble Kathy Bates en una serie de comedia: aunque fue actriz invitada en «The Office» y «Two and a Half Men», esta es la primera vez que la veremos en la pantalla chica protagonizando.
«Nunca tomé en serio las comedias. Los académicos, por lo general, son tipos muy serios. Auténticos historiadores. Yo era realmente snob años atrás. Y mirá dónde estoy ahora», dijo Bates sobre «Disjointed». La actriz que se lució en películas como «Tomates verdes fritos» y «Titanic» agregó: «Es tremendamente difícil hacer reír», y recordó que creció admirando el talento de humoristas como Los Tres Chiflados, los hermanos Marx o Laurel y Hardy.
«Estoy aprendiendo mucho en «Disjointed»», afirmó Bates. «James Burroughs, el director del piloto, me dijo antes de despedirse: «Hacelo natural, sé honesta. No fuerces nada. Si no, no funcionará». Y es cierto, la comedia debe surgir de situaciones cotidianas y reales. Ahí reside su verdadero valor», enfatizó.
Son las palabras de una actriz a la que el éxito le llegó pasados los 40 años, algo poco usual en Hollywood. Supo esperar su oportunidad a pesar de ver cómo papeles que ella hacía en el teatro luego pasaban a otras actrices más jóvenes en su adaptación al cine, como ocurrió con «Buenas noches, madre» o «Frankie & Johnny». «Nunca fui una reina de la belleza. Siempre me dijeron que mi momento llegaría a una edad tardía, así que me centré en el teatro. Esa fue mi educación y mi pasión. Me volqué al teatro con total seriedad, como lo haría un músico, un pintor, un doctor o un abogado», explicó.