Brian Sandoval, gobernador de Nevada, declaró estado de emergencia de la marihuana este viernes, al advertir que “los dispensarios del estado se están quedando sin producto”.
Nevada comenzó la venta legal de cannabis el 1 de julio en medio de cuestiones como si habría suficiente suministro para satisfacer la demanda de los consumidores. La iniciativa que autorizó la venta, aprobada en noviembre, otorgó a los distribuidores de licores derechos exclusivos para vender el producto durante los primeros 18 meses de actividad.
El proceso de licencias ha sido lento y lleno de trámites legales. Siete distribuidores de licores han solicitado permisos hasta el momento, pero ninguno ha sido aprobado para reabastecer los dispensarios recreativos del estado.
Sandoval respaldó una declaración de emergencia del Departamento de Impuestos de Nevada y propuso regulaciones para definir quién puede obtener una licencia.
Los propietarios de los dispensarios se abastecieron por adelantado para prepararse ante la escasez de suministro, pero no fue suficiente para satisfacer la creciente demanda que hubo durante los festejos del 4 de julio.
De acuerdo con el Departamento de Impuestos de Nevada, las 47 tiendas de consumo de marihuana del estado superaron 40.000 transacciones, con ventas duplican sus proyecciones. De hecho, la directora ejecutiva de la Asociación de Dispensarios de Nevada, Riana Durrett, estimó ventas de alrededor de tres millones durante los primeros cuatro días de negocio.
Algunos dispensarios tendrán que reabastecer en cuestión de días, y otros corren el riesgo de tener que despedir a nuevos empleados o salir del negocio por completo.