Cuando preguntas a un niño qué quiere ser de mayor, ninguno responde «licenciado en marihuana». Durante años, el cannabis ha estado viviendo en los márgenes de la legalidad pero cada vez más países se suben al carro de la legalización de su consumo.
El negocio que genera la industria, que solo en EEUU ha reportado casi 7.000 millones de dólares en un año, ha llevado a la Universidad del Norte de Michigan a crear una licenciatura de 4 años para estudiar la hierba.
Los estudiantes que se apunten tendrán clases de química, biología, botánica, finanzas y horticultura. Aunque dentro de la universidad no podrán cultivar la marihuana ya que en el estado de Michigan no está permitido.
La licenciatura se llama oficialmente Química de plantas medicinales y ha sido promovida por Brandon Canfield, profesor de química asociado de la misma universidad. «Sabemos que en EE UU y en muchos países los remedios tradicionales basados en plantas son ampliamente utilizados, como los suplementos de hierbas y los extractos», ha declarado su jefe de departamento Marc Paulsen.
El cannabis contiene dos compuestos, tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD), que se usan con fines terapéuticos para ayudar a pacientes con cáncer o incluso para curar formas raras de epilepsia. Gracias a su entrada en la universidad, es probable que el estigma que rodea a la planta se diluya y acabe siendo, simplemente, un remedio natural más.