La aprobación de la Proposición 64 permitirá a los californianos mayores de 21 años poseer, transportar y comprar 28.5 gramos de cannabis para usarlo con fines recreacionales.
Con la legalizacion de la marihuana e n California se anticipa un ‘boom’ económico que se buscaría replicar en el resto del país.
Según los proponentes de la propuesta 64, los gobiernos municipales y del estado de California generarían ingresos de 1,000 millones de dólares en impuestos por la comercialización de la hierba, suma que se destinaría a programas de prevención, tratamiento contra las drogas y a las policías.
“Se creará un efecto dominó en todo el país, porque su legislación es muy detallada, aprendió de las experiencias de Washington y Colorado, y cuando otros estados vean que el cielo no se cayó, que hubo un ‘boom’ económico, que los ingresos van a la educación pública y que apoya a la seguridad pública, la gente dirá: ‘¡Qué hemos estado haciendo todos estos años!’”, dijo Stephen Downing, antiguo subjefe de la Policía de Los Ángeles (LAPD) y dirigente del grupo Agentes del Orden Contra la Prohibición ( LEAP).
Altos costos para la aplicación de justicia, hacinamiento en cárceles, marginación de comunidades, la violencia de los narcotraficantes y los arrestos desproporcionados de minorías, son algunos factores que cuestionan que la prohibición de la droga no es viable.
La iniciativa permitirá a los californianos mayores de 21 años poseer, transportar y comprar 28.5 gramos de marihuana para usarla con fines recreacionales.
“El consumo de la marihuana, como el de todas las drogas ilícitas, es casi igual en todas las razas, excepto que la gente de color es arrestada en una tasa cuatro veces mayor que la gente blanca”, dijo Downing.
Un análisis de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) encontró que las detenciones de marihuana representan más de la mitad de todas las detenciones relacionadas con drogas en EEUU. De los 8.2 millones de arrestos por el cannabis entre 2001 y 2010, el 88% fueron simplemente por portación. En todo el país, los datos de arrestos revelaron una tendencia consistente: sesgos raciales significativos.
“Si la medida se aprueba en California básicamente habrá un viraje completo en el debate”, dijo Raphael Sonenshein, director del Instituto Pat Brown de la Universidad Estatal de California en Los Ángeles (CSULA), quien coincide en que las cantidad de arrestos disminuirá.
Para Downing, quien era encargado de la unidad antinarcóticos del LAPD cuando el entonces presidente Richard Nixon declaró la guerra contra las drogas, el golpe más duro de las nuevas legislaciones se dará al crimen organizado. “La marihuana representa el 50% de los ingresos de los carteles”, indicó.
Presuntos efectos negativos
Los opositores de la propuesta 64 argumentan que la regulación del cannabis en California es un riesgo para la seguridad en las carreteras, para la salud, facilitaría que más jóvenes se iniciaran en el consumo y supondría un peso más al cargado sistema judicial del estado.
La medida, advierten, también legalizaría los anuncios en televisión que verían los niños promoviendo no solo fumar, sino consumir caramelos y panecillos de chocolate elaborados con marihuana.
Aunque un reciente análisis del Instituto Cato encontró poca evidencia de que la legalización de la marihuana aumentó los índices de criminalidad o en los accidentes en las carreteras.
Aún con las iniciativas en pie en otros cinco estados, el consumo de la marihuana seguirá siendo ilegal para el gobierno federal.
Pero se anticipa que eso cambie paulatinamente. “Habrá tanta presión contra el gobierno federal que la marihuana dejará de ser considerada una prioridad”, dijo Downing.
De los cinco estados en los que se sometió a votación la legalización de la marihuana para uso recreativo, en California y Massachusetts avanzaba su aprobación, mientras que en Arizona, Maine y Nevada registraba un apretado conteo de sufragios.
Dichas medidas piden que se permita la posesión, consumo y cultivo de pequeñas cantidades de la hierba para personas mayores de 21 años; y su venta sería gravada, tal y como sucede con el alcohol.
Antes de conocer los resultados electorales finales, los expertos resaltan que la posible legalización del consumo del cannabis por ocio en California, considerado la sexta potencia mundial, sentaría un precedente que influiría en el resto del país.
Otros cuatro estados decidieron el martes sobre la marihuana para uso medicinal, es decir, que se utilice como paliativo para ciertos males y con la prescripción de un profesional de la salud. Sólo Florida aprobó dicha iniciativa con amplio margen, al tiempo que seguía pendiente el resultado en Arkansas, Montana y Dakota del Norte.
Si todas las medidas reciben la venia de los electores, la marihuana (medicinal o por gusto) sería legal para el 25% de la población de Estados Unidos, un brinco enorme a partir del actual 5%.
Las encuestas mostraban que los votantes se inclinaban hacia la legalización del consumo del cannabis por gusto, aunque los electores latinos estaban divididos, según un sondeo de Univision.
Empuje económico estatal
Actualmente es legal consumir la hierba por ocio en cuatro estados y en el Distrito de Columbia. En Colorado y Washington la aprobaron en 2012, mientras que en Alaska y Oregón se aceptó en 2014.
La marihuana para uso medicinal, distribuida a través de dispensarios, se permite en 25 entidades del país. California, que lo estableció desde 1996, fue el pionero.
De acuerdo a un análisis del Marijuana Policy Group, en Colorado la industria del cannabis generó más de 18,000 empleos de tiempo completo en 2015 y aportó casi 2,400 millones de dólares a las arcas de esa entidad.
Washington, por su parte, ha recaudado cerca de 70 millones de dólares en impuestos relacionados con la marihuana (medicinal y recreativa) y anticipaba recibir más de mil millones de dólares en un período de cuatro años, de acuerdo al portal Bloomberg.
Lo curioso es que en California algunos críticos son los encargados de dispensarios que venden cannabis con fines medicinales, al considerar que cuando se cultiva por recreación hay menos regulaciones. “Sus plantíos tienen la máxima potencia”, dijo Larry King, un consultante de Long Beach.
Para Yamileth Bolaños, una costarricense que es fundadora de la Alianza de Colectivos del área de Los Ángeles (GLACA), al limitar la portación de apenas dos onzas de la hierba y solo conceder una ofensa antes de un arresto, no se reduciría la tasa de encarcelamiento de las minorías.
“Los latinos y las personas de raza negra seguirán yendo a la cárcel. Nada va a cambiar”, advirtió.