Las atenciones cannábicas las realiza a domicilio una veterinaria de la Universidad de Chile.
Ofrece tratamiento para epilepsia, cáncer y otras enfermedades degenerativas y que causan dolor crónico.
La Fundación Daya, una de las más activas en el debate en torno a la legalización de la marihuana y pionera en la concreción de su uso medicinal, anunció el inicio de atenciones veterinarias a domicilio, para perros y gatos, a base de cannabis.
«Debido al interés presentado por la comunidad en integrar terapias en base a cannabis para sus animales de compañía, Fundación Daya inició atenciones veterinarias a domicilio dentro de la Provincia de Santiago», explicó la organización mediante un comunicado.
Daya especificó que «dentro de las patologías susceptibles a ser tratadas con cannabis en animales se encuentran la epilepsia, el cáncer, enfermedades degenerativas como artritis, artrosis o lupus, y enfermedades que causan dolor crónico».
Agregó que la consulta veterinaria «tiene una duración de una hora y en ella se explica el funcionamiento fisiológico del sistema endocannabinoide, uso y dosificación del cannabis, además de orientar a las personas sobre autocultivo y preparaciones medicinales a base de cannabis».
A cargo de todo el procedimiento está la veterinaria de la Universidad de Chile Francisca Medina, a quien se debe contactar a través del correo electrónico Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Las consultas a domicilio se realizan de lunes a viernes a partir de las 15:00 horas, «destinadas sólo a felinos y canes», y tienen un costo de 22 mil pesos.
«La cannabis, como terapia coadyuvante a los tratamientos convencionales, puede resultar muy beneficiosa, debido a que posee propiedades antiepilépticas, antiinflamatorias, analgésicas o antiespasmódicas«, señala Francisca Medina en el comunicado.
La profesional relata además que ya ha tenido buenos resultados con mascotas que iniciaron una terapia: «Uno de ellos tiene epilepsia y lleva dos meses con cannabis sin convulsionar desde entonces. Normalmente convulsionaba una vez cada 10 días», relata.